El proyecto de la asociación de comerciantes Centro Burgos de convertir la capital en Ciudad de las Compras ya tiene respaldo económico municipal para comenzar a andar. El Ayuntamiento firmará un convenio con la agrupación zonal por el que aportará 50.000 euros, con cargo ya al presupuesto de 2015, que irán destinados, principalmente, a la difusión de la campaña en el ámbito regional y nacional, así como al adecentamiento de locales vacíos. A todo ello se sumará una readaptación de los horarios de los fines de semana para incentivar el consumo.
En cuanto a la mejora de la imagen de los establecimientos sin uso, la idea, tanto del colectivo profesional como de la Concejalía de Comercio, pasa por realizar un proyecto piloto en una determinada zona, aún por decidir pero que entraría en el área de amortiguamiento de la Catedral recientemente protegida por la Unesco. Con la mediación del Consistorio, se intentará llegar a un acuerdo con el propietario del local para que ceda el escaparate con el fin de que la asociación pueda usarlo para colocar elementos decorativos (vinilos) en el exterior con mensajes promocionales de la Ciudad de las Compras.
«Es una forma de que la ciudadanía visualice la iniciativa», explicó ayer la concejala de Comercio, Carolina Blasco, que defendió esta actuación antes de acudir a la normativa actual que posibilita al Ayuntamiento a obligar a los propietarios a mejorar las instalaciones vacías. «La idea permitirá demostrar a los dueños de otros locales sin uso el impacto positivo que puede tener una iniciativa de estas características», agregó.
Revistas especializadas
Respecto a la difusión de la campaña, el presidente de Centro Burgos, Raúl Martínez, avanzó que la Ciudad de las Compras se dará a conocer en revistas especializadas en el ámbito regional y nacional con el fin de «convertir Burgos en un referente en el exterior».
La tercera línea estratégica del proyecto, y la que también puede provocar más polémica, tiene que ver con la adaptación de los horarios comerciales al ocio de los ciudadanos. En este sentido, Martínez planteó la posibilidad de modificarlos con la intención de potenciar la actividad los viernes por la tarde y durante todo el sábado, teniendo en cuenta la afluencia de público que existe a determinadas horas. «Ahora abrimos a las diez porque históricamente así ha sido, pero puede que interese más retrasarlo una hora y cerrar a las nueve de la noche o abrir más tiempo al mediodía», manifestó a modo de ejemplo.
En cualquier caso, el presidente de Centro Burgos avanzó que se realizarán encuestas entre los comerciantes para estudiar cuáles son las necesidades que en este sentido demandan sus clientes. De igual forma, desmarcó esta propuesta de la liberalización total de horarios como «norma general», a la que el sector, insistió, se opone porque el pequeño comercio (de menos de 300 metroscuadrados) ya puede hacerlo.
Al respecto, la concejala de Comercio subrayó que esta modificación de las aperturas y los cierres es una cuestión interna de la agrupación, si bien defendió la necesidad de adaptarse a los cambios de la sociedad haciendo que los horarios comerciales vayan en consonancia con los del ocio.