El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y el consejero de Fomento, Antonio Silván, reiteraron ayer en una reunión mantenida en Valladolid con la alcaldesa arandina, Raquel González, su compromiso firme de ejecutar el ramal ferroviario para el Polígono Industrial Prado Marina.
La alcaldesa solicitó la entrevista preocupada ante la inquietud que existe entre las empresas del sector siderúrgico implantadas en la zona y afectadas por la demora que está sufriendo el proyecto. «Aunque el otro día estuvo el delegado territorial, yo necesitaba oír del presidente y del consejero que el proyecto sigue adelante y quitar la inquietud. Yhe recibido palabras absolutamente de tranquilidad de ambos de que hay un compromiso asumido con Aranda y que se mantiene y que esto son circunstancias que han surgido de forma colateral», manifestó.
González anunció además que Antonio Silván va a recibir a los empresarios en los próximos días para dar todo tipo de explicaciones sobre el punto en que se encuentra esta ansiado actuación. «Yo lo que les he exigido es que nos aclaren exactamente cuáles son los requisitos exigidos por el ADIF, porque había dos temas pendientes, las renuncias de las empresas que puedan tener derechos históricos y el tema del cambio de categorización. Que se nos aclaren cuáles son esas circunstancias», apuntó.
Asimismo reclamó que en esa cita se concreten ya plazos de resolución de esos requisitos, de licitación y ejecución de las obras y puesta en marcha de la nueva infraestructura ferroviaria. «Espero que cuando lleguemos a la próxima reunión se nos entregue un planing de cuál va a ser el cronograma que vamos a llevar» señaló. Además confía en que se ponga sobre la mesa algo que le preocupa , «como es ir trabajando en la fórmula de gestión del ramal para que lo sepan los empresarios».
La alcaldesa justificó la necesidad de realizar un segundo proyecto del ramal diferente al que encargó Aranda Intermodal, que ya contaba con el visto bueno de ADIF y cuya ejecución se adjudicó hace un año a la empresa pública Provilsa, porque éste tenía vacíos. «Aunque desde los empresarios se sostiene que era un proyecto completo, desde el punto de vista de la Junta faltaban algunas actuaciones por realizar. Hasta tal punto de que el presupuesto es casi el doble, porque ellos hablaban de 2,4 millones de euros y se va a cuatro millones y pico», aclaró.
Según González había detalles importantes que rehacer, como es el hecho de que por parte de las operadoras comerciales se requería saber si el diseño facilitaba que un vagón llegara al ramal y no impidiera que el resto de empresas pudieran ser surtidas por el resto de trenes que llegaran.