Cañete siembra la polémica

AGENCIAS
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El 'popular' justifica su ausencia de agresividad en el debate en el hecho de que si un hombre demuestra mayor altura intelectual que una mujer en un cara a cara, se le acusa de machista

ELECCIONES EUROPEAS PP - Foto: Ismael Herrero

 
A los temas que capitalizan la lucha encarnizada entre PP y PSOE en la campaña de las elecciones europeas -herencias de Zapatero y Aznar, crisis, recortes, recuperación, aborto, corrupción...-, quedando algunos de ellos al margen de las competencias de la UE, se sumó desde ayer otro:el machismo. Yes que de eso le acusó precisamente la socialista Elena Valenciano al popular Miguel Arias Cañete en el debate nocturno del pasado viernes, sacándole una frase de hace 14 años que, según el exministro, no era literal:«El regadío hay que utilizarlo como a las mujeres, con mucho cuidado, que le pueden perder a uno». 
Lo cierto es que trató de justificar que no respondiera en el debate con contundencia a su oponente en este ataque y en otros de parecida virulencia porque, a su juicio, un cara a cara político entre un hombre y una mujer es «muy complicado» porque si el varón demuestra «superioridad intelectual o la que sea» da una impresión «machista» ante una «mujer indefensa». Ni qué decir tiene que la tormenta de críticas se desató. 
Yes que no convencieron los argumentos del madrileño, que dijo ser consciente de que su contrincante no es una mujer indefensa, sino una «política profesional», pero consideró que esa es la percepción. «Si debato con el señor Rubalcaba, nos podemos decir todas las barbaridades, pero con una mujer se interpreta de otra manera».
Tras mostrar su certeza de que ganó el debate, recalcó saber «perfectamente» lo que hizo bien y mal, y cree que lo aprobó. Eso sí, estuvo de acuerdo con algunos analistas en que durante el cara a cara no fue él mismo.
«Con todas las provocaciones de la señora Valenciano, toda la demagogia y apelaciones al populismo, con todas las medias verdades y mentiras, si soy yo mismo me temo. Entraría a matar», se justificó, para luego hacer su análisis sobre cómo se percibe un debate entre un hombre y una mujer. «Prefiero hacerlo de la manera en que lo he hecho», insistió.
«Soy muy espontáneo y digo siempre lo que pienso y a veces no soy políticamente correcto», comentó después el conservador, asegurando que en muchas ocasiones hace un «ejercicio de contención» casi «hasta el límite».
Con estas declaraciones en una cadena de televisión, Valenciano vio el cielo abierto para arremeter contra él una vez más, ya que, según afirmó, se ha puesto de manifiesto que si los populares ganan el 25 de mayo, «pierden las mujeres, pero también los hombres que creen en ellas». 
«Ha venido a decir que me dejó ganar porque yo soy una mujer», señaló la número dos de Pérez Rubalcaba, que apeló al voto del miedo al recalcar que, con sus palabras, lo que queda «claro» es que si gana Cañete pierden las féminas. «Pero no solo las mujeres, perdemos las mujeres y perdéis todos los hombres que creéis en las mujeres, que sois los que estáis aquí. Perdemos las mujeres y los hombres que aman la libertad de las mujeres, que es por lo que ha luchado el PSOE en toda su historia», insistió la madrileña, para añadir que, durante el cara a cara, pensó en la gente que se le acerca en los actos electorales y le dice que necesitan que gane por ellos para que les devuelva «la dignidad» por la que los socialistas «han trabajado siempre». «Pensaba en ellos y en ellas y me dio la fuerza». 
Horas después y tras una mañana de palos por parte de toda la oposición, llegó la réplica de Cañete, que manifestó que todo lo que ha aprendido en su anterior cargo como ministro de Agricultura se lo enseñó la exministra Loyola de Palacio, y se mostró convencido de que su sucesora, Isabel García-Tejerina, «seguirá ese camino». Ésta comentó que las palabras de su antiguo jefe «no recogen superioridad intelectual ni machismo de ningún tipo».