«Nuestro cerebro no alcanza la madurez hasta los 30 años»

I.L.H. / Burgos
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José Maria Bermúdez de Castro • Co-director del equipo de Atapuerca

La eterna adolescencia, el síndrome de Peter Pan, la edad del pavo... las expresiones con las que nos referimos a la adolescencia no están basadas en la ciencia, pero quizá puedan explicarse con ella. El cerebro del Homo sapiens tarda en madurar y mientras lo hace el individuo sufre cambios para los que la ciencia esta ahora había sido incapaz de ofrecer una hipótesis razonable. El co-director del Equipo de Investigación de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro, dio ayer algunas pistas de esta etapa que solo experimenta nuestra especie en la conferencia Locos adolescentes y la sensatez de la evolución del cerebro que ofreció en el Fórum.

¿Cómo es que la evolución que sufre el cerebro en la adolescencia es, todavía, un gran desconocido?

A pesar de que hay mucho trabajo hecho, es verdad que sigue siendo un gran desconocido. Pero se están dando algunas claves. La adolescencia nos ha preocupado -o nos preocupa- por ser un tema no resuelto. Pero a partir de los estudios del cerebro estamos intentando dar algunas explicaciones.

¿Cuál es la principal explicación?

Tratamos de conocer cómo funciona el cerebro durante la adolescencia, por qué tarda tanto en evolucionar, qué cambios sufre... Son claves que nos ayuda.

¿Y qué es lo que le pasa en o por el cerebro de un adolescente?

Lo que pasa es que no está maduro, que se está reseteando mientras da el paso de la infancia a la madurez.

¿Sigue creciendo?

No, el cerebro deja de crecer a los 6-7 años. Lo que está cambiando son las conexiones neurológicas: desaparecen las que ya no vamos a utilizar y que nos sirvieron de niños y aparecen las que nos ayudaran como adultos. Ese cambio tan importante, ese reseteo, hace que nos sintamos confusos o que hagamos locuras, y eso crea problemas.

¿Cuándo podemos considerar que el cerebro está maduro?

Nuestro cerebro no está completo hasta los 30 años. Por lo tanto madura mucho más tarde de lo que pensábamos.

Vaya, ¡de ahí lo de eterna adolescencia?, ¡y el síndrome Peter Pan va a estar apoyado científicamente!

Pues sí, efectivamente. Pero también hay una cosa muy interesante y es que las mejores innovaciones y la mejor creatividad se da entre los 25 y los 35 años. Y eso es porque el cerebro está llegando a la fase mejor de maduración.

¿Y de verdad solo se da en nuestra especie?, ¿ninguna otra experimenta algo parecido?

En los primeros individuos del género Homo no había adolescencia. Creemos que empezó a aparecer tímidamente hace un millón y medio de años, pero no se desarrolló completamente hasta la aparición del Homo sapiens.

¿Qué significa que otras especies no experimenten esta maduración tardía? ¿Es mejor o peor?

Son estrategias distintas. Nosotros lo hemos desarrollado y en realidad es una ventaja porque nos permite captar mucha más información. Por eso llegamos a Marte, aunque también habría que hablar del ambiente y la conexión entre individuos porque la genética no lo es todo.

Se ha referido al ambiente, supongo que un par de generaciones es poco tiempo, pero da la impresión de que nuestros abuelos maduraban antes.

Maduramos igual ahora que hace 20 años. En la especie humana actual no ha habido grandes cambios por lo menos en los últimos 10.000 ó 20.000 años. Incluso el cerebro de hace 200.000 años, el de los primeros sapiens, tampoco sería muy diferente del nuestro. Y ahí entonces planteo una pregunta:¿por qué hace 200.000 años, cuando apareció el Homo sapiens, no nos marchamos enseguida a Marte? Pues porque a lo mejor ha habido una serie de cambios genéticos en estos años, además de la interacción que tenemos en la actualidad. Gracias a esa interacción somos capaces de generar lo que yo llamo las «ideas emergentes», que son las innovaciones.

¿Deduzco, entonces, que es beneficioso?

Es beneficioso para la especie, sí. Hay chicos y chicas que se pueden quedar en el camino y hay enfermedades como la esquizofrenia que se dan, precisamente, porque tardamos mucho en madurar. Pagamos un precio, de jóvenes hacemos locuras y podemos perecer. Pero la gran mayoría salimos indemnes y significa que la especie ha triunfado y sale adelante, con nuestras luces y sombras, claro.