El grito de la naturaleza

Andrés Seoane / Burgos
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Escolares del Juan de Vallejo emulan la obra de Munch para concienciar sobre el clima ante la celebración de la cita con el medio ambiente y clima de Burgos

123 años después de que los pinceles de Edvard Munch acariciasen por última vez el lienzo de ‘El grito’, los alumnos del colegio público Juan de Vallejo rellenaron la silueta de uno de los cuadros más reconocidos del mundo, perfilada en el suelo del patio, y se llevaron las manos a la cara para imitar a la figura creada por el expresionista noruego. Pero, ¿por qué?

Su compatriota Lise Wulff, artista multidisciplinar que siempre conecta sus producciones con la sensibilización en materia de naturaleza y medio ambiente, se encargó de dirigir el acto como antesala del I Congreso Internacional de Medio Ambiente y Clima de Burgos, organizado por la oenegé  Un bosque para el planeta Tierra.

Wulff, creadora de renombre internacional que colabora entre otros con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, subrayó la necesidad de recordar «cada día que si todo el mundo hace cosas pequeñas, como reciclar, ir andando o en bici en lugar de en autobús o plantar árboles», ayuda a la protección mundial de la naturaleza. La intención de representar la obra de Munch se enmarca dentro de su proyecto ecológico de concienciación The Scream from Nature (facebook.com/thescreamfromnature), en el que Wulff ha reproducido esta pintura en distintos puntos de la geografía mundial, con una amplia variedad de materiales y sobre toda clase de superficies.

«Creo que también los niños son buenos profesores y educadores para sus padres», apuntó la artista, lo que fomenta un mayor  cuidado de la naturaleza que empieza por los pequeños de la casa y se extiende al resto de la familia. La motivación que ha llevado a Wulff a elegir ‘El grito’ es que «Munch escribió sobre él que sentía un grito en la naturaleza, y como yo me preocupo por lo que pasa con la Tierra quería utilizar esta obra icónica que conoce todo el mundo para decir que 100 años después podemos escuchar otros gritos de la naturaleza», explicó.

Jorge Extramiana, presidente y fundador de Un bosque para el planeta Tierra, observó que uno de «los proyectos más importantes» para su organización es «mentalizar a las nuevas generaciones en la defensa del medio ambiente, porque son los que en un futuro van a tener que tomar las decisiones y si ellos ya están mentalizados, tenemos un gran trabajo hecho», concluyó.