Que el president catalán, Artur Mas, se ha salido del margen de lo legal en su afán secesionista no es noticia, es evidencia, y que la Justicia le va a frenar en su quimera, también. De hecho, ayer recibió un doble toque de atención desde el Tercer Poder. Por un lado, en boca del ministro del ramo, Rafael Catalá, quien le advirtió de que «respetar la ley es la fuente de la legitimidad para una convivencia democrática» y que este respeto nunca puede ser un trámite o alternativa.

Al inaugurar la 58 reunión anual de la Unión Internacional de Magistrados en el Caixafòrum de Barcelona, el político popular alabó a los jueces como «uno de los pilares del Estado democrático y de derecho» y valoró la función jurisdiccional de los magistrados y también algunas de las reformas en este ámbito emprendidas por el Gobierno para mejorar el sistema judicial, entre ellas, la ley de reforma exprés del Tribunal Constitucional de la semana pasada.

Por su lado, el presidente del Tribunal Supremo (TS) y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, le advirtió asimismo de que «hacer respetar la ley nunca se debe considerar una afrenta» y reivindicó la independencia del Poder Judicial.

En su intervención, aseveró también que las decisiones de los tribunales no están condicionadas por otras instituciones públicas. «Nuestras decisiones ni están ni pueden estar condicionadas, en su contenido o en los tiempos en que se adoptan, a razones oportunistas o caprichosas o en virtud de intereses de otros poderes públicos, por muy relevantes que estos sean», reiteró.

«No tenemos más criterio rector que el que la ley establece», insistió el presidente del TS, sin mencionar de forma explícita en ningún momento a la imputación de Mas por la organización de la consulta sobre la independencia del 9 de noviembre de 2014.

Por supuesto, el líder catalán tuvo respuesta para los dos representantes de este ámbito y les dijo que cualquier utilización partidista del Tercer Poder puede «mermar» la democracia.

Como "país independiente". En su discurso también subrayó que «en un país como Cataluña, que tiene largas raíces desde el punto de vista del compromiso con los marcos legales, tradición que viene de la Edad Media, entendemos perfectamente el lema que han sugerido para su reunión anual: Promoviendo una justicia independiente a escala mundial y sugirió que «este lema se hubiera podido complementar con un promoviendo una justicia independiente a nivel mundial como sustento fundamental de la democracia».

En sus palabras en inglés, recordó que Barcelona «es la capital de una de las más antiguas naciones de Europa» y destacó que en su reunión los miembros de la judicatura vayan a trabajar para mejorar uno de los tres pilares de la democracia. En francés, indicó que Cataluña tiene «una larga tradición desde el punto de vista legal» con un Código Civil, que sigue vigente y tiene sus raíces en la Edad Media, destacando la larga tradición de las instituciones.