Un empleo digno para los jóvenes

EFE
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La sociedad española tiene una deuda pendiente con los menores de 30 años, que ven cómo se alarga cada vez más la edad de emancipación con unos contratos temporales y precarios

Un empleo digno para los jóvenes

¿Qué debe la sociedad a los jóvenes? Cada vez se alarga más la edad de emancipación -está casi en los 30 años-, los que tienen empleo es temporal y precario, el alquiler de vivienda está fuera del alcance de la mayoría y ni se plantean tener hijos con esas circunstancias.

Este segmento de la población se ha convertido en el centro de interés del debate social y político después de que el Rey apelara, en su mensaje navideño, a ayudar a las generaciones más jóvenes a construir su proyecto de vida con «un trabajo y un salario dignos», «un lugar adecuado donde vivir» y, si así lo desean, «a formar una familia y poder conciliar con la vida laboral». Don Felipe lanzó el guante para abordar esos «problemas serios» que tienen y pagar «la deuda pendiente» con esa generación, que sufre la losa del paro y la precariedad laboral.

Yes que si en Europa se emancipa un 30 por ciento de las personas entre 20 y 24 años, en España solo lo hace el 7,6 por ciento.

«Con la crisis económica, se han ido reinventando, no dejan de buscar trabajo, y se mantienen en la educación, como un valor refugio para cuando la situación financiera mejore», destaca Patricia Tudela, del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, que elabora el índice de desarrollo juvenil con datos de empleo, educación, emancipación y salud, entre otros.

Ese índice marca «muy buenos datos en educación». «Tenemos la población joven más formada de toda la Historia, pero con políticas y con un panorama laboral que no acompañan y que nos deja con un vacío de casi una década», lamenta la economista, que añade:«Los jóvenes hacen todo lo que pueden, están muy preparados, y ahora hay que acompañarles con buenas políticas de Estado y capacidad política para revertir el problema de la precariedad laboral».

«La juventud vive una epidemia que es la precariedad laboral y el problema de acceso a la vivienda. Le provoca incertidumbre e inseguridad y le impide construir proyectos de vida a corto plazo, como poder emanciparse, y en cierto modo, esa situación le genera frustración y desapego al marco político e institucional», explica el secretario de Juventud de CCOO, Carlos Gutiérrez, que hace la siguiente radiografía: «Tienen trayectorias personales y laborales inestables e imprevisibles, condicionadas por bajos salarios, insoportables tasas de temporalidad y una rotación que convierte a los jóvenes en auténticos nómadas del mercado de trabajo». Y aunque los datos registran una recuperación del empleo, alerta de que no se traduce en mejoras en su situación laboral.