La directiva del Burgos da un toque de atención a la plantilla

J.C. Moreno / Burgos
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El presidente y dos miembros de la junta se reunieron ayer con los jugadores en el vestuario

Juan Carlos Barriocanal, presidente del Burgos, acudió al vestuario junto a Raúl Coca y Miguel Ángel González. - Foto: Ángel Ayala

Fueron poco más de cinco minutos los que emplearon el presidente del Burgos, Juan Carlos Barriocanal, y dos de sus directivos, el vicepresidente Miguel Ángel González, y el portavoz, Raúl Coca, en trasladas a los jugadores de la primera plantilla su malestar por el rendimiento ofrecido en los dos últimos meses y que han dejado al equipo situado en la zona media de la clasificación y sin ningún objetivo concreto en estas últimas jornadas.

Miguel Ángel González y Raúl Coca fueron los directivos que acudieron el sábado a Santiago de Compostela para presenciar el partido y al finalizar trasladaron al presidente el pésimo espectáculo ofrecido por el equipo de Calderé. Barriocanal decidió entonces acudir al campo a hablar con los futbolistas y exigir un cambio de actitud e imagen en los tres encuentros que restan de competición. Lo hizo ayer y les recordó la deuda que tienen con la afición, la pésima imagen ofrecida en los últimos partidos y la desilusión que se ha trasladado a la masa social. También se les recordó que las vacaciones comenzarán tras el último partido, y no antes, y les recriminó la falta de actitud en las últimas jornadas.

Fue un toque de atención que no encontró respuesta en el vestuario, ya que nadie intervino tras las palabras de un presidente y una directiva cabreada tras las últimas jornadas, con cuatro derrotas y un empate.

Los responsables del club admiten que la plantilla ha cumplido con los objetivos marcados al inicio de temporada, es decir, evitar apuros en el regreso a Segunda División B.

Sin embargo consideran que los jugadores no han dado la talla en las últimas citas, que muchos parece que ya están pensando en la próxima temporada, y que la afición, tras su espectacular apoyo durante todo la competición, se merece alguna alegría y una mejor imagen en esta fase final de la competición.

Los primeros síntomas de la crisis del equipo comenzaron con la dura derrota frente al Marino de Luanco en El Plantío (0-3), seguido por un 2-0 en Avilés. El triunfo ante el Guijuelo supuso un respiro y prácticamente sellar la permanencia. A partir de ese momento   la caída fue más acentuada, con la derrota en Zamora y un triste empate sin goles contra la Cultural Leonesa.

El Burgos limpió algo su imagen en Santander ante el Racing, pese a la derrota, pero naufragó contra el SD Logroñés. Fue en ese encuentro cuando ya una parte importante de la afición mostró su malestar, y el duro correctivo sufrido el pasado sábado en Santiago lo ha acentuado.