El retraso que se está sufriendo para sacar el nuevo pliego de limpieza viaria tiene una consecuencia negativa dentro de otra parcela municipal, que no tiene nada que ver con la recogida de basuras pero que debido al contrato actual está vinculada, por lo que también se está viendo afectada. Se trata de la perrera municipal, un servicio que actualmente está gestionado a través de la misma UTE que se encarga de la limpieza de las calles, aunque desde el Consistorio ya se ha señalado que esta relación entre ambos servicios se va a separar, para cumplir con la normativa y poder hacer una gestión más eficiente de la recogida y cuidado de los animales.
El departamento encargado de ambos contratos es el de Servicios y su concejal, Adrián San Emeterio, reconoce la voluntad del cambio, aunque asume que hasta que no se resuelva la situación que se arrastra con el contrato de basuras, tampoco se podrá resolver el cambio en la perrera. De esta manera, la situación hace que se tenga que esperar a la adjudicación de la nueva gestión de la limpieza viaria, algo que como ya se ha reconocido por parte de responsables municipales puede que no se resuelva dentro de año, último de prórroga del contrato vigente, debido al proceso y los cambios que hay que hacer respecto al pliego inicial, y que tuvo que ser retirado, debido a la nueva le de contratos públicos.
«La UTE sigue prestando con normalidad el servicio como en los últimos diez años», advierte San Emeterio, que reconoce que paralelamente se está trabajando en la elaboración del pliego que regirá la gestión de la perrera municipal. El responsable repara en que el volumen del contrato de limpieza viaria y el de la perrera son muy diferentes, por lo que si no se ha sacado el documento de la perrera es porque se está a la espera de poder solventar el retraso del de la limpieza viaria.
En este sentido, San Emeterio afirma que por la vinculación existente lo que se tiene que hacer es «sacar los dos a la vez». Por este motivo, desde el Ayuntamiento se apunta que «no tiene sentido separarlos ahora», advierte San Emeterio, porque el pago del contrato se realiza por el conjunto de la actividades, incluido el de la recogida de animales. Aquí es donde radica el conflicto, con dos servicios que se van a separar y que por una parte supondrán tres millones de euros, en el caso de la limpieza, mientras que el de la perrera será de aproximadamente de 100.000 euros.
Esto también tiene su consecuencia en la dificultad que tiene la elaboración de un pliego y de otro. Por ello, San Emeterio manifiesta que el de la perrera está prácticamente preparado «con la base del actual con lo que recoge la ley», reconoce San Emeterio, quien asume que como es algo que no se va a desbloquear en breve, en el pliego todavía se está pensando en incluir mejoras. Habrá que esperar en este sentido si en él se contemplan medidas como por ejemplo la recogida de gatos o la construcción de una nueva perrera municipal.