Los bajos del Teatro Principal, donde se ubicará el Museo de las Tradiciones, necesita acondicionarse para que pueda albergar de manera permanente a los Gigantillos y Gigantones, los timbales y el resto de elementos culturales vinculados al folclore y las tradicinales de la ciudad. Para ello, el Instituto Municipal de Cultura aprobó ayer una partida de 16.200 euros.

Los «pequeños arreglos», en palabras del concejal Fernando González, que requiere esa parte del edificio isabelino están relacionados con la eliminación de un panel de pladur y la nueva distribución de los espacios, la colocación de una pantalla audiovisual y la incorporación de barras de seguridad para separar las figuras del visitante y otros elementos expositivos.

De esta manera los personajes característicos de la ciudad dejarán de invernar desmontados en los almacenes municipales para mantenerse expuestos de manera continua, tengan o no salidas previstas en el Curpillos o San Pedro. Y aunque no hay fecha cerrada para la apertura definitiva del Museo de las Tradiciones, el Instituto Municipal de Cultura baraja los próximos sampedros como el calendario más idóneo.

En otro orden de cosas, el consejo ejecutivo del IMC aprobó la subvención al Instituto de la Lengua (21.000 euros), los programas educativos, la programación de abril a junio y una partida extrajudicional de crédito.

La concejala socialista Carmen Hernando pidió que se cumplan los estatutos del IMC y las facturas de más de 18.000 al mismo proveedor pasen por consejo y no las firme el concejal.