El vivero busca emprendedores para ocupar sus 7 espacios vacíos

G.A.T. / Miranda
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Solo tres iniciativas se han decantado por esta instalación, que ofrece oficinas y naves industriales con condiciones muy ventajosas para favorecer el arranque de empresas

El vivero de empresas de la Cámara de Comercio no acaba de ser el pretendido referente para los emprendedores con el que se proyectó. Por ello en breve, una vez que hoy mismo se aprueben los presupuestos municipales, va a reforzarse con un plan de apoyo que buscará favorecer a los interesados en montar una actividad el que encuentren no solo el asesoramiento de la Cámara de Comercio, sino unas importantes facilidades para ubicarse en las dependencias del vivero ubicadas en la calle Guadalquivir del polígono de Bayas.
La mejor promoción puede ser una de las claves para lograr que el vivero, levantado en un moderno edificio junto al pabellón Multifuncional de Bayas, pueda cumplir plenamente sus objetivos en el abrir camino a los emprendedores, a lo que se quiere sumar una oferta de acciones formativas de diverso tipo. 
Y es que pasado un año y medio desde que se abriera apenas ha logrado convencer a tres iniciativas empresariales, si bien el grado de ocupación es algo mayor, ya que algunas de estas actividades han ocupado más de un espacio de los disponibles. 
De las seis naves industriales existentes en el complejo tres tienen actividad, mientras que de las seis oficinas disponibles dos se han ocupado, en ambos casos por las mismas firmas que ya cuentan con nave.
 
En cartera.
«Hay otra iniciativa que está interesada en implantarse y que está estudiando la posibilidad de instalarse aquí ocupando una oficina y una nave, pero aún no se ha cerrado», confirma el presidente de la Cámara de Comercio, Fernando Escobillas, que reconoce que cuando se abrió pensaron que el vivero iba a generar una mayor demanda ya que había numerosas peticiones de información que finalmente no se han concretado.
Las empresas instaladas son además de un elevado componente innovador. «Se trata de ingenierías dedicadas al diseño de equipamiento para máquinas especiales, otras vinculadas al sector del medio ambiente, el calor y las nuevas tecnologías, y otra de diseño de muebles especiales», detalla Escobillas, explicando que están en un momento inicial de su actividad.
El interés por el vivero de empresas sigue existiendo, pero lamentablemente muy pocas de las consultas se convierten en iniciativas reales de instalación. Se ha trabajado en la promoción del vivero en la zona del Condado de Treviño y en especial en la zona de Las Merindades, aunque a juicio de Escobillas la incertidumbre sobre el futuro de Garoña hace que todo esté muy parado.
 
Buena zona.
«La ubicación es muy buena, y además en Miranda tenemos muchas empresas, lo que a la postre atrae a otras empresas», dice Escobillas. De ahí que reconozca que haya interés también de emprendedores procedentes de la vecina provincia de Álava, que tienen puestas las miradas en los planes de crecimiento de Arasur, con la futura instalación de un puerto seco, o también en Ircio, llamado a ir ocupándose de forma progresiva.
«Viene gente con inquietudes que ve que en este entorno puede haber un futuro con actividad y oportunidades», dice el dirigente empresarial confiando en que en no mucho tiempo el vivero pueda ser ‘cuna’ para una docena de emprendedores que después puedan dar el salto e instalarse ya por su propia cuenta.
Y es que el vivero es una herramienta esencial para este tipo de iniciativas, en las que se comienza con incertidumbre y desde cero, ya que la oferta de espacios es variada y además económicamente muy accesible.
Recuerda el presidente de la Cámara de Comercio que en el vivero no se cobra como tal un alquiler a los ocupantes, ya que solo se gira un recibo con el que se persigue costear el mantenimiento de las instalaciones a nivel de electricidad, calefacción, suministros y limpieza.
El vivero, además de ofrecer oficinas y naves de hasta 200 metros cuadrados de superficie, equipadas y con sus servicios, tiene una serie de espacios comunes disponibles para los emprendedores allí ubicados como aulas de formación y salas de reuniones y conferencias.
Unos espacios que el presidente de la Cámara lamenta que no se estén usando más, en referencia a los cursos que históricamente se han ofrecido. Reconoce que «se necesitan cursos, pero hay una total falta de definición, no sabemos si hay nueva Ley de cámaras y la incertidumbre es total».