Hospitalización a Domicilio busca crecer y vincularse más a Primaria

Angélica González / Burgos
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Este servicio del Hospital Universitario de Burgos atendió el año pasado a 800 pacientes. Su coordinador, Rafael Marín, asegura que el objetivo que se propone es «abrir el hospital a la gente, aproximarse a la población»

Teresa es una paciente de Hospitalización a Domicilio. En la imagen aparece con el coordinador, Rafael Marín, y la enfermera, Yolanda Martínez. - Foto: Ángel Ayala

A pesar de que existe en Burgos desde 1986 (primero en el Hospital General Yagüe y ahora en el  Universitario) probablemente el servicio de Hospitalización a Domicilio sea uno de los más desconocidos entre la población. Su función es dar en casa el mismo servicio que reciben los pacientes que están ingresados. Y esta singularidad solo tiene ventajas: es más cómodo para el paciente, reduce las infecciones hospitalarias y se constituye como una fuente de ahorro para el sistema nada despreciable en unos momentos en los que se mira cada euro que se gasta en la sanidad pública.

Es Rafael Marín, su coordinador, quien desgrana todos los beneficios de la hospitalización a domicilio, un recurso que el año pasado atendió a 800 pacientes y que para el actual tiene la intención de incrementar el número. «Es una media bastante aceptable pero podemos llegar a más y para ello vamos a trabajar este año. En el hospital Marqués de Valdecilla de Santander, que es una de las referencias a nivel nacional, atienden a 1.600 anuales pero también tienen el doble de enfermeras».

El déficit de personal de Enfermería es uno de los puntos flacos del servicio del HUBU. La plantilla de Hospitalización a Domicilio está formada por siete facultativos y ocho enfermeras, a todas luces insuficientes, como lo son los tres coches con los que cuentan para atender a toda la población urbana de Burgos. Marín lo sabe pero también dice ser consciente del momento económico que pasan las administraciones y añade que se cuenta con un servicio de taxi para cuando no se da de sí con los vehículos propios «y para el que la gerencia del hospital no nos pone nunca pegas».

No todos los pacientes que son dados de alta resultan susceptibles de ser atendidos por Hospitalización a Domicilio ni este servicio puede ser elegido por los enfermos o sus familias porque, a todos los efectos, es como si estuvieran ingresados en el hospital. Es el médico responsable del seguimiento de cada persona quien decide que pudiera ser una buena solución para adelantar el alta. Así lo comenta con Hospitalización a Domicilio, donde lo valoran y lo incluyen o no entre sus pacientes. Para ello debe cumplir algunos requisitos. Los más importantes, que sea autónomo o tenga un cuidador principal.

Las patologías que atienden son muy variadas. «Somos un servicio diversificado y polivalente y con un alto índice de satisfacción por parte de los pacientes y de sus familias», precisa Marín. Así, atienden a pacientes que han sufrido un proceso quirúrgico de cirugía mayor ambulatoria y que precisan curas complejas; a quienes necesitan nutrición enteral y parenteral (técnicas especiales de alimentación a través de sondas), a enfermos que precisan cuidados paliativos complejos o a aquellos que tienen indicado un tratamiento antibiótico endovenoso, que ocupan, según Marín, un tercio de su trabajo diario: «Lo más frecuente son personas con infecciones respiratorias agudizadas que necesitan antibióticos y que les puede ser administrados sin estar ingresados en el hospital».

 

PUNTUAL Y TRANSITORIA

Hospitalización a Domicilio no cierra nunca. Al igual que en el hospital, los profesionales están ‘abiertos’ los 365 días del año y su horario es amplio: de 8 a 21 horas el de la Enfermería y de 8 a 22 el de los médicos. Su rutina son las visitas prácticamente a diario. La media de atención a los pacientes es de unos 12-15 días, siempre según su evolución: «La gente ha de saber que se trata de una atención puntual y transitoria y cuando se ve que el paciente ya no la precisa o que puede pasar a ser visto por su médico de cabecera recibe el alta».

Es la relación con Atención Primaria otro de los aspectos que se quieren impulsar. De hecho, ya se han tenido reuniones con los médicos de Familia y se ha tratado a  unos 80 pacientes (el 10% del total, el año pasado) derivados de los centros de salud. El objetivo es que no lleguen a ingresar en el hospital: «Se trata de que el enfermo sea atendido en el recurso más adecuado a sus necesidades», precisa Marín. En algunos de estos casos se han utilizado las camas de observación de Urgencias para hacer las pruebas necesarias y estabilizar al enfermo y posteriormente ha vuelto a su casa bajo el paraguas de Hospitalización a Domicilio, de manera que se convierte en una suerte de ‘unidad puente’ entre los dos niveles de la asistencia.

«Queremos abrir el hospital a la gente, aproximarlo a la población y que no solo los enfermos vengan sino que nosotros también vayamos allá donde nos necesiten», resume Rafael Marín que es, además, presidente del comité organizador del 12 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Hospitalización a Domicilio (SEHAD), que traerá a Burgos a unos 350 participantes entre los días 5 y 7 de junio.

Con un programa muy apretado, los especialistas abordarán diferentes asuntos, desde la gestión  y la calidad, las heridas, la nutrición artificial, los enfermos crónicos y pluripatológicos, la bioética, los cuidados paliativos, la telemedicina o la pediatría.