La familia de la asesinada hace un año denuncia falta de investigación

J.C.O. / Aranda
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La hermana de Ana Isabel González, la maestra arandina de inglés degollada por su marido en Torremolinos, lamenta que no se haya intentado demostrar que actuó con premeditación

Una misa de cabo de año celebrada ayer por la tarde en la parroquia de Santo Domingo de Aranda de Duero hizo recordar que el 5 de marzo de 2014 la maestra arandina de inglés Ana Isabel González Martín falleció brutalmente asesinada en Torremolinos (Málaga) degollada a manos de su marido, del que se encontraba en proceso de separación. El autor confeso se encuentra ingresado en la prisión malagueña de Alhaurín de la Torre a la espera de juicio, una vista que previsiblemente tendrá lugar después de verano y que se desarrollará con jurado popular.

El crimen conmocionó a la sociedad ribereña y un año después la familia de la víctima, que asegura que está con ganas de que «se zanje todo para poder descansar de una vez por todas del calvario que han pasado, denuncia la escasa investigación llevada a cabo tanto a nivel judicial como policial para tratar de esclarecer totalmente los hechos.

La hermana de la fallecida, Marian González, pone de manifiesto que si bien el juez imputó al autor del crimen asesinato con alevosía y premeditación, en su opinión la premeditación también estaba muy clara pero no se ha hecho nada para demostrarlo puesto que se considera que con la auto inculpación es más que suficiente. Un agravante que en su opinión queda demostrado por detalles como que el marido siguió a Ana hasta Aranda de Duero tan solo seis días antes con motivo de los Carnavales previsiblemente con intención de matarla aquí, que hubo otros intentos fallidos posteriores o que creó un perfil falso en Facebook de la víctima tres días antes del crimen modo de coartada.

Asimismo recrimina que a día de hoy aún no se haya acudido a la vivienda del asesino para intentar localizar el arma del crimen -un machete militar, según declaró quien se lo vendió unos días antes- o objetos como las joyas, la cartera, la documentación y el dinero que robó a la víctima.

«No se ha investigado nada.No han ido ni siquiera a su casa y ya hemos desistido porque a estas alturas no va a haber ninguna prueba. Pero es que ni han investigado el Facebook falso  y aunque había vídeos grabados del bar de abajo -de la casa de la víctima- como había intentado matarla el domingo y de nuevo el mates  hasta que lo consiguió el miércoles y ni siquiera fueron a recogerlos», indicaba, señalando que tan solo a requerimiento de una instancia judicial posterior hace dos meses se requirieron las grabaciones «ya todo estaba perdido porque sólo tienen obligación de guardarlas por espacio de 15 días».

«Ellos dicen que para el caso no es necesario porque él ya ha dado todo lujo de detalles de cómo la mató, de cómo ella le suplicaba que no la matara... pero para nosotros sería importante que se añadiera también ese agravante  para que le caiga la máxima pena posible», explicaba, señalando que la pretensión de la familia es que «se le juzgue cuanto antes y que se pudra entre rejas».

La expareja fue detenida el mismo día del crimen en el hospital a donde ingresó tras un presunto intento de suicidio por la ingesta de pastillas y donde confesó el asesinato a los médicos que le atendieron. Marian revela que en su defensa ha alegado ante el juez  que se encontraba tomando antidepresivos porque tenía una profunda depresión puesto que  Ana Isabel le había dejado «y echa la culpa de todo a los antidepresivos». Una teoría que en su opinión se cae por su propio peso «porque en cuanto mató a mi hermana la depresión se le pasó de golpe y no ha tenido que tomar más antidepresivos ni nada».