El boicot ensombrece a Maduro

SPC
-

El presidente jura para un segundo mandato con la única presencia de cinco jefes de Estado y se presenta como un dirigente «democrático» víctima de la guerra de EEUU y sus «satélites»

El boicot ensombrece a Maduro - Foto: CARLOS GARCIA RAWLINS

 

Sin apenas presencia de mandatarios extranjeros -únicamente cinco jefes de Estado acudieron a Caracas-, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tomó ayer posesión para una segunda legislatura, que se prolongará hasta 2025, en una ceremonia atípica, en la que las ausencias evidenciaron el escaso respaldo que tendrá por parte de la comunidad internacional en este nuevo período, que no es reconocido por la mayoría de sus vecinos del continente sudamericano. 

Eso sí, el dirigente quiso dejar constancia de que persistirá en su lucha. «Juro, a nombre del pueblo de Venezuela, por el legado de nuestros antepasados, de nuestro amado comandante Hugo Chávez, que no daré descanso a mi brazo ni reposos a mi alma y que cumpliré y haré cumplir todos los postulados de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela», subrayó. 

Maduro ha completado su juramento prometiendo «defender la independencia e integridad absoluta de la patria», «procurar llevar a la prosperidad social y económica a nuestro pueblo» y «construir el socialismo del siglo XXI». 

En sus primeras palabras, el mandatario aprovechó para reivindicar su legitimidad en el cargo. «Este acto es un acto de paz porque todo acto que certifique y haga cumplir la letra y el espíritu de la Constitución es un evento que suma para la paz de nuestra patria», declaró ante las críticas mundiales. 

En la misma línea, defendió que «Venezuela es una democracia, protagónica y participativa, una democracia del pueblo, no de élites». «Y yo soy un presidente demócrata de verdad», recalcó. 

También reconoció que la nación atraviesa momentos difíciles -«que levante la mano el Estado que no tiene problemas»- pero los atribuyó una vez más a que el país caribeño es «la principal víctima» de la «guerra» económica y mediática de EEUU y sus «Estados satélites». 

En concreto, lamentó que «la visión de intolerancia ideológica extremista» que se ha impuesto «en un conjunto de Gobiernos satélites de los dictados de Washington» porque, en su opinión, ha dividido a la región. «Las derechas quieren imponerse a trocha y mocha», alertó. 

La ceremonia tuvo lugar en la sede del Tribunal Supremo en Caracas porque la Asamblea Nacional, controlada desde hace tres años por la oposición, se negó a servir de escenario por considerar que el líder chavista es un «usurpador» del cargo. 

Además, Maduro solo contó con el respaldo de los presidentes cubano, Miguel Díaz-Canel; nicaragüense, Daniel Ortega; boliviano Evo Morales; y salvadoreño Salvador Sánchez Cerén; y de Osetia del Sur, Anatoli Bibílov.