Tras un inicio de año en el que el mercado exterior de la provincia de Burgos parecía enderezar el rumbo de dos ejercicios consecutivos en negativo, las exportaciones del pasado mes de junio volvieron a alimentar las dudas al registrarse una caída del 13,3%. De los 274 millones de euros que facturaron las empresas con el extranjero en 2017 se ha pasado a 237,5. Es decir 36,5 millones menos.
Burgos volvió a ser el pasado mes de junio, tras Valladolid y Palencia, la tercera provincia que más exportó de Castilla y León. Pero a punto estuvo de desaparecer del pódium regional ya que León, que incrementó un 45% sus ventas con el exterior y que tradicionalmente está más alejada del pelotón de cabeza, superó los 217 millones. Solo 20 menos que Burgos.
La explicación a este descenso se encuentra, en buena medida, en la caída de la exportación de productos químicos, el sector que más volumen mueve de la provincia de Burgos en el mercado exterior. Los 65,7 millones de euros en ventas de este segmento de actividad, representaron una caída de más del 22% respecto a junio de 2017.
El panorama es más optimista en el análisis de los seis primeros meses del año ya que los datos publicados ayer por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo también mostraron un avance del 1,8% respecto al ejercicio anterior. Para ser exactos, al pasar de los 1.539 a los 1.556 millones de euros.
La caída de las importaciones en el primer semestre del año (se situaron en los 1.218 millones, tras descender un 4,4%) hizo que la provincia de Burgos arrojara un superávit comercial de 348,4 millones. Una cifra que representa un incremento del 31,4% y que contrasta con que en el conjunto del país se contabilizara una caída del 31,5%. Un descenso, este último, que lleva el déficit comercial a su nivel más elevado (para estas fechas del año) desde 2012.
En el conjunto de Castilla y León, las exportaciones superaron los 1.845 millones y crecieron un 0,8% el primer semestre del año y en España se contabilizaron casi 145.000 millones y aumentaron el 2,9%.