40 sucursales bancarias y 125 empleos menos en una década

L.M.
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Según el anuario estadístico de la Asociación Española de la Banca (AEB), que reúne al 62% de entidades del sector, la provincia de Burgos es una de las más castigadas por el cierre de locales

La provincia de Burgos cuenta a 31 de diciembre de 2017 con cinco oficinas bancarias menos que las que estaban operativas a finales de 1975. Desde el final de la dictadura franquista, el territorio burgalés ha sumado siempre más de los 77 locales que se localizan a día de hoy, todos ellos englobados dentro de la Asociación de Banca Española (ABE), una organización que cuenta con 80 socios y representa al 62% de las entidades bancarias que operan en nuestro país. Aproximándonos más a nuestros tiempos, desde que comenzó la crisis económica en 2008 hasta finales del año pasado han echado la persiana 40 oficinas bancarias, un 30% de las 117 que estaban abiertas en plena burbuja inmobiliaria. En Castilla y León se contaban hace diez años 971, por las 637 actuales, con Zamora y Salamanca las provincias que más porcentaje han perdido, cerca del 40% de los locales abiertos, mientras que Palencia y Ávila son las que menos, cercano al 30%, media de bajas en el territorio nacional, donde en diez años han bajado la persiana 4.620, de 15.638 a 11.018.

La caída del número de oficinas lleva implícito la pérdida de puestos de empleo; de los 514 que se registraron en 2008, al cierre del año pasado se contaban 389, una pérdida de 125 trabajadores. El ratio actual de empleados por cada oficina también se muestra en su nivel más bajo en muchos años, cerca de 5 por entidad, que choca frontalmente con los 9 de tónica a nivel nacional. El ratio más bajo se da en provincias como Teruel, Palencia, Cáceres,León o Badajoz, con 4, mientras que domina este apartado la Comunidad de Madrid, con 20 trabajadores por oficina.

A día de hoy hay un local abierto por cada 4.652 burgaleses, por los 3.194 que se reflejaban hace una década. La media nacional, sin embargo, es muy cercana a la provincial, y se sitúa en los 4.227 habitantes/entidad; la que mejor promedio tiene es Lleida, con 2.702 vecinos, mientras que en el otro lado de la balanza se encuentra Ceuta, con una oficina a compartir por cada 10.620 ceutíes.

Según recoge el último anuario de la ABE, en la provincia estaba operativa a 31 de diciembre de 2017 una oficina de Andbank España; 20 del BancoBilbao Vizcaya Argentaria (BBVA); 5 del BancoSabadell; 16 del BancoPopular; 24 del Banco Santander; 5 de Bankinter; un Deutsche Bank; un Evo Bank; un Novo Banco; unRenta 4 Banco y 2 Targobank. El resto de entidades financieras que están presentes en la provincia, tales como las antiguas cajas (CaixaBank o Ibercaja) y las cooperativas de crédito (Cajaviva Caja Rural o Laboral Kutxa) no entran dentro del estudio, ya que no forman parte de la Asociación de Banca Española.

El pico más alto de locales abiertos se localiza desde finales de la década de los años ochenta y en los albores de la crisis económica de 2008, cuando no se bajó de las 100 oficinas, llegando incluso a sobrepasar las 130 varios años consecutivos.

menos créditos. A comienzos de 2008 pedir un préstamo eran tan sencillo como ir al banco y sentarse en una silla. Ese año se cerró en la provincia con la solicitud de 3.642 créditos, mientras que ‘solo’ se formalizaron 1.828 depósitos bancarios, la gran mayoría a plazo a cargo de ciudadanos particulares. En cambio, pasados diez años, la tónica se ha invertido radicalmente; poco a poco el número de préstamos ha ido descendiendo hasta quedarse en 2017 en los 2.539, cerca de un 30% menos que en 2008, mientras que los depósitos han aumentado un 73%, pasando de los 1.828 a los 3.176 de diciembre del año pasado.