La mayoría de edad de Ebrovisión sienta bien al festival porque en esta décimo octava edición se volverá a colgar por tercer año consecutivo el cartel de no hay billetes, en esta oportunidad del 30 de agosto al 1 de septiembre. Un reto que sirve para detectar el buen estado del evento cultural más mediático de la ciudad, que acogerá a 20.000 asistentes durante los tres días en los que la música será la protagonista. «Llega con una salud inmejorable» explica Ramiro Molinuevo, portavoz de la Asociación de Amigos de Rafael izquierdo, organizadores del festival desde 2001. 

Al margen de la importante faceta cultural con 35 actuaciones en siete escenarios diferentes, Ebrovisión cumple además como un motor económico durante estos días en los que desde la organización se calcula que la ciudad ingresará 1,5 millones de euros, entre otras cosas, porque se estima que el 60% de los asistentes son de fuera. Una cifra importante en un festival que tiene claro que su crecimiento tiene que ser hacia «la calidad para el público. De ahí no nos vamos a mover», defiende Molinuevo, que destaca que desde la Asociación se tiene claro que lo importante para ellos siempre va a ser el público.

En este sentido, se encuadra otra de sus señas de identidad, las actividades gratuitas que este año volverán a ser «más del 50%», resumió el portavoz, que también dejó claro el cuidado que se pone para que sea cómoda la zona de acampada o el mantenimiento de los autobuses gratuitos para subir al escenario principal del Multifuncional.

Para que todo sea así y con la idea de «no perder dinero», desde la organización se llama a un buen número de puertas para lograr un presupuesto que llegue para ser uno de los focos culturales más importantes a nivel nacional durante los tres días de conciertos. Dentro de este capítulo, Molinuevo detalla que en este 2018 se alcanzarán «los 400.000 euros», cifra que es 25.000 euros superior a la que se logró en la pasada edición.

Para alcanzar esta cifra, el portavoz afirma que en este año se ha ampliado la aportación que llega desde bolsillos privados, pero también desde las administraciones como la Diputación de Burgos, la Junta de Castilla y León o el Ayuntamiento. De hecho, ayer las tres estuvieron presentes, además de la cerveza La Salve, Aciturri, la Obra Social de La Caixa o galletas Coral.

Molinuevo agradeció la presencia de todos ellos y destacó la importancia de contar con el apoyo público privado para lograr que grupos de relevancia en el panorama nacional se inscriban en el cartel del festival. En este sentido, desde la Asociación se advierte que muchas de las bandas conocen los valores por lo que «saben de qué va Ebrovisión y ellos realmente año tras año quieren venir a Miranda».

Esto no quiere decir que el festival no tenga que esforzarse por eso ya están trabajando en los primeros nombres del año 2019, en el que el festival seguirá con sus señas de identidad.