Arte, mujeres y libertad

Angélica González / Burgos
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Javier Sáez, hijo del pintor Luis Sáez, formalizó ayer la cesión a la Fundación Secretariado Gitano de parte de su legado para que sea subastado y los fondos obtenidos se destinen a becas para la formación de gitanas

Quiero estudiar para llegar a ser una mujer independiente con un trabajo». Una frase tan sencilla que expresa un deseo tan básico se convierte en un auténtico grito de libertad si quien la pronuncia es una joven gitana. Así que cuando Yordana Pisa, estudiante del ciclo de Confección y Moda, la pronunció ayer en el salón de actos del Instituto de Enseñanza Secundaria Pintor Luis Sáez, toda la gente que se había reunido allí para presenciar uno de los actos de generosidad más grandes que esta ciudad ha conocido en años, rompió a aplaudir. Porque son jóvenes como Yordana el objetivo por el cual Javier Sáez, uno de los hijos del gran artista, ha donado parte de su herencia -284 obras- con la intención de que los fondos obtenidos por su venta se conviertan en becas de formación para mujeres gitanas.

Sáez recordó -durante el acto de formalización de la cesión de los cuadros a la Fundación- que fue gracias a una beca que su padre, nacido en una familia pobre de un pueblo de Castilla, pudo ir a formarse  a Madrid y viajar a París y exponer por primera vez en Frankfurt. «Creo que él estaría feliz al saber que parte de su obra va a sostener la educación de jóvenes gitanas, ya que para él era fundamental la formación».

La cita de ayer se convirtió en un homenaje informal al pintor de cuya obra el poeta Antonio Gamoneda dijo que era «insufriblemente hermosa» pero también a la educación y a la libertad que ésta proporciona... y al inmenso trabajo que está haciendo en Burgos el equipo de Fundación Secretariado Gitano que coordina Ana Sedano, que no se marchó sin su aplauso. Todos los discursos, todas las palabras confluyeron en una única idea: las jóvenes gitanas tienen derecho a estudiar, a formarse y, además, tienen ganas de hacerlo, por lo que cualquier esfuerzo que vaya en esa dirección tendrá un final feliz. El presidente nacional de la Fundación, Pedro Puente, aseguró que si pudiera disponer de más fondos los dedicaría a que los  gitanos pudieran ampliar sus estudios, con posgrados: «Sería estupendo poder ayudar a un joven gitano que haya terminado Derecho a hacer una tesis doctoral sobre por qué la justicia es diferente para los gitanos». El acto terminó con un concierto de flamenco a cargo de Bienmesabe. No hay música más libre...