Mantener la capacidad operativa de Garoña en 2014 costó 112 millones

A.C. / Garoña
-

Los trabajos de mantenimiento continúan en la central, donde estos días se está dragando el canal de agua de refrigeración, del que han salido más de cien camiones de lodo

El Informe de Gestión Consolidado correspondiente a 31 de diciembre de 2014 de la firma Endesa desvela que mantener las capacidades operativas de Santa María de Garoña ha supuesto esta empresa, coopropietaria de un 50% de Nuclenor, un desembolso de 56 millones de euros y, por tanto, de una cantidad idéntica a Iberdrola, dueña del 50% restante. Endesa computa en su balance «una pérdida de 56 millones de euros correspondiente a la participación del 50%  en Nuclenor, S.A., como consecuencia fundamentalmente de los mayores costes en que está incurriendo la sociedad por el retraso en los trabajos de desmantelamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña a la espera de la decisión final sobre la posible reapertura de la misma». 
A 30 de septiembre, Endesa hizo públicos sus resultados y para entonces las pérdidas de Garoña, que no produce electricidad desde diciembre de 2012, se elevaban a 45 millones para esta firma y a otros 45 para Iberdrola. De los 90 millones de gasto acumulado en los primeros nueve meses del año se ha llegado a 112 a su término.
Y es que Nuclenor sigue trabajando para mantener todas las capacidades operativas de la planta, como han reiterado sus responsables en varias ocasiones. Este hecho conlleva el mantenimiento de mucho más personal del que sería preciso en caso de cese definitivo y desmantelamiento, y la ejecución de trabajos constantes en la planta, como el que se desarrolla desde comienzos de marzo en el canal de entrada de agua de refrigeración y se extenderá hasta la próxima semana. Desde entonces, más de un centenar de camiones cargados de lodo ha salido del fondo del canal de ocho metros de profundidad, que se está dragando para garantizar así la entrada de agua suficiente en el circuito de refrigeración de los condensadores de la turbina del reactor, que ahora permanece parada. En condiciones de funcionamiento, pasarían 23 metros cúbicos por segundo  por este circuito. Asimismo, el agua del canal que la central toma del Ebro es también responsable del adecuado funcionamiento de un segundo circuito cerrado encargado del enfriamiento de los cambiadores de la piscina de combustible nuclear gastado. Aunque estas tareas de dragado se repiten cada 5 ó 6 años y estaban programadas, las fuertes avenidas de este invierno las han hecho más necesarias que nunca y han incrementado los lodos depositados en el fondo del canal.