Un ciudadano búlgaro de 38 años que mató el pasado 25 de mayo a una joven en Berlín-Pancow (Alemania) después de que ésta se resistiera a ser violada no eligió un buen destino para ocultarse. Escogió Burgos, donde mantiene contactos con varias personas de su país de origen, y cambió su aspecto para tratar de pasar desapercibido ante la Policía. No lo logró. El pasado martes a mediodía, agentes de la Comisaría de la capital lo reconocieron cuando paseaba por la plaza Vega, lo pararon y le pidieron la documentación. Eureka. Se trataba de S.K.A., sobre quien pesaba una orden europea de detención y entrega formulada por las autoridades germanas.
El Cuerpo Nacional de Policía investigó al sujeto y estableció que la ciudad de Burgos podía ser una de las localidades donde buscase refugio. De modo que la Comisaría capitalina estableció un dispositivo para su localización, centrado en la zona sur, donde existe un mayor asentamiento de ciudadanos del este de Europa. Y lograron dar con él. Ha sido trasladado a los juzgados centrales de la Audiencia Nacional para su puesta a disposición de las autoridades judiciales alemanas.
La Policía de ese país logró identificar al autor del crimen gracias a los rastros de ADN que dejó en la escena, un parque situado en Berlín-Pancow, cerca de donde vivía la víctima, Melanie Rehberger, de 30 años. Esos restos biológicos fueron hallados, publican los medios de ese país, en las uñas de la chica, quien al resistirse a la agresión sexual arañó con fuerza los antebrazos del hombre. Además, el violador y asesino se olvidó una gorra. El perfil biológico fue comparado en la base de datos de ADN y saltó una coincidencia con S.K.A., quien estaba buscado por delitos de robo.
La joven fue encontrada el domingo 27 de mayo en una zona verde de la capital alemana, si bien la Fiscalía considera que el crimen fue cometido dos días antes, el viernes 25, entre las 4 y las 7 de la tarde. El cadáver, debido al calor, presentaba claros signos de descomposición.
La mujer murió asfixiada y la Policía alemana estima que la mató para encubrir el intento de violación. La Policía de ese país buscaba a un exhibicionista en la misma zona donde se produjo el crimen, aunque aún no está claro que se trate del asesino búlgaro, según confirman desde la Fiscalía de Alemania.