Mota de Judíos y Arzobispado negociarán la cesión de un retablo

G.G.U. / Burgos
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La Diócesis quiere «evitar conflictos», pero recuerda que restauró la obra renacentista y pedirá una contraprestación. El Ayuntamiento señala que la titularidad de la pieza sigue siendo del pueblo

El Arzobispado contactará con el Ayuntamiento de Castrillo de Mota de Judíos y con la parroquia de la localidad para abordar este mes de septiembre un asunto que arrastran desde hace años: la devolución o cesión de un retablo renacentista que en los años sesenta se trasladó a Burgos por seguridad, se restauró y se mantuvo en la capital hasta que en 2010 la localidad lo solicitó para conmemorar el quinto centenario del músico Antonio de Cabezón. Ambas partes acordaron en un convenio que se colocaría en la iglesia del pueblo durante un año y luego se desplazaría de nuevo al Museo del Retablo, pero este segundo paso no llegó a producirse porque el Ayuntamiento alega que es el titular legítimo y que la pieza debe mantenerse en su ubicación original. Y la Diócesis no dice que no, pero sostiene que en ese caso habrá que acordar una contraprestación.

El alcalde de Castrillo Mota de Judíos, Lorenzo Rodríguez, explica que «el retablo de la Virgen está en en Castrillo y ahí seguirá, porque la titularidad sigue siendo del pueblo». Añade que «en cinco años nadie se ha puesto en contacto para reclamarlo, aunque nosotros estamos dispuestos a dialogar con quien sea». Una actitud de la que también hace gala la Diócesis, cuyo titular de Patrimonio, Juan Álvarez Quevedo, subraya que «no queremos conflictos» y que están convencidos de que el asunto puede resolverse sin la polémica que acompañó al traslado del retablo de Tañabueyes a la parroquia de San Martín de Porres, también por seguridad.

Ahora, afirman que esto no significa que no vayan a poner papeles sobre la mesa. Álvarez Quevedo recuerda que el retablo de la Virgen se trasladó a Burgos a finales de los años sesenta «para que el Arzobispado pagara unas obras de la iglesia parroquial de la localidad; fue una especie de contraprestación». La Diócesis asumió entonces la custodia y también la rehabilitación en su taller, en una época en la que se produjeron una serie de robos en la provincia que convencieron de la conveniencia de trasladar bienes valiosos a la capital. Este fue el origen del Museo del Retablo de San Esteban, ubicación de la pieza de Castrillo Mota de Judíos hasta la cesión en 2010. Este verano, el hueco que se le reservaba se ocupó por fin con otra pieza, un retablo de la Virgen de la localidad de Valpuesta, una pedanía de Berberana.

A cambio de nada

El Ayuntamiento de Castrillo, sin embargo, justifica su decisión en hechos más recientes. En concreto, Lorenzo Rodríguez explica que «se ha hecho un esfuerzo muy grande para que la iglesia sea visitable, dado que estamos en el Camino francés» y considera que debe tener un contenido. Según explica, entre Adeco Camino, la Fundación Gutiérrez Manrique y la Administración han invertido alrededor de 150.000 euros en cambiar las puertas, iluminar el templo y restaurar piezas. «¿Para qué invertir un montón de dinero, si vamos a tenerlas vacías?», dice.

Álvarez Quevedo coincide con Rodríguez, pero cree que el contenido de las iglesias de la provincia tampoco debe asegurarse «a cuenta de que el Arzobispado pague todas las obras». De ahí que consideren legítimo reivindicar una contrasprestación a cambio de que el retablo de la Virgen continúe en la parroquia. En el caso de la pieza de Tañabuyes, el juzgado dictó sentencia a favor de la Diócesis, que se comprometió a vender la casa del cura, la plaza del pueblo y las moreras por un euro y también renunció a las costas del juicio que ganó.