El bipartito se plantea financiar con el superávit los compromisos de pagos

J.C.O. / Aranda
-

El equipo de gobierno ya ha presentado al resto de grupos políticos su propuesta de reparto de los 3,4 millones de remanentes de 2014

La corporación arandina va a disponer de un desahogo económico de 3,4 millones de euros fruto del superávit del presupuesto del ejercicio de 2014, una cifra que supone una merma de  casi un 10% respecto al balance del año pasado. En cualquier caso vuelve a evidenciar las conservadoras previsiones que se realizan en materia de recaudación por parte de los técnicos municipales.
El equipo de gobierno ya ha presentado al resto de los grupos políticos su propuesta de reparto de estos remanentes de tesorería que si bien suponen un importante balón de oxígeno, máxime al estar funcionando aún con presupuesto prorrogado de 2013, a juicio del concejal de Hacienda, Ángel Calvo les deja muy poco margen de maniobra.
Aunque si se quiere sacar adelante antes de que finalice el actual mandato, dada la situación minoritaria del bipartito, es previsible que tendrán que introducir cambios ya que habrá que negociar para lograr apoyos suficientes, inicialmente el equipo de gobierno plantea destinar prácticamente la mitad de los remanentes a financiar los compromisos de pago adquiridos de antemano por la corporación, fruto en algunos casos de litigios, que inicialmente se habían contemplado en el capítulo de inversiones del borrador del presupuesto de 2015, que tan solo asciende a 1.658.238 euros.
Así se plantea destinar 1.003.970 al pago del segundo plazo de la indemnización fijada como medida cautelar por  la ocupación irregular de los terrenos de la ribera del río Arandilla propiedad de Proincove, y reservar otros 538.802 para hacer frente al segundo de los plazos para la regularización de las seis parcelas titularidad de la Sociedad Estatal del Suelo (Sepes) ‘invadidas’ por el Ayuntamiento fruto del acuerdo alcanzado para no terminar en los tribunales, dejando 44.165 euros para la última factura de los trabajos de revisión y adaptación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
Aunque con este planteamiento todo hace pensar que el equipo de gobierno ya ha renunciado a intentar aprobar el presupuesto de 2015 y se resigna a funcionar un año más con el presupuesto prorrogado garantizando asignación al menos para los pagos obligatorios que no tenían partida en 2013, Calvo asegura que aún no han arrojado la toalla y que siguen en conversaciones con algunos grupos políticos para intentar someterlo al dictamen del Pleno el próximo mes de abril. «Eso no quiere decir que renunciemos al presupuesto, sino que de esa manera se puede liberar ese dinero del capítulo seis y destinarlo a inversiones ‘reales’ siempre y cuando salga para adelante», argumenta.