De pagar 10.000 euros (o 30.000) a emplear 3.000 (o 10.000). Las enormes diferencias entre un coche nuevo y otro de ocasión en tiempos de bonanza se obviaban y ahora resultan cruciales para la mayoría de las economías familiares. El resultado es que frente al desplome en la matriculación de vehículos nuevos a lo largo de la crisis económica (aunque en el último año crecieron un ligerísimo 0,7%) la compraventa de usados lleva unos cuantos meses en clara tendencia ascendente y ha alcanzado cifras de la época previa al cambio de ciclo.

La venta de vehículos usados a lo largo del ejercicio 2013 creció un 14% según los datos del Instituto de Estudios de Automoción (IEA) para la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) y la tendencia se mantiene muy cerca de esas cifras durante el primer trimestre de este año. Las cifras dadas a conocer ayer mismo por esta patronal reflejaron un crecimiento para la provincia de Burgos del 11,3%, porcentaje que ya querrían para sí multitud de sectores en el presente momento económico.

Así, entre enero y marzo se vendieron en territorio burgalés 3.209 vehículos, lo que en una proyección anual daría como resultado un total cercano a los 12.900 vehículos. En 2013 ya se vendieron 12.333, y cifras así no se veían desde el año 2007 cuando se registraron algo más de 12.300 ventas. En los años siguientes las cifras rondaron siempre entre los 10.500 y los 11.300, pero nunca habían recuperado el listón de los 12.000 hasta el ejercicio pasado.

El comportamiento del mercado de vehículos usados no es exclusivo de Burgos sino que responde a una tendencia generalizada (con excepciones en un puñado de provincias españolas). Sin embargo en Burgos la diferencia entre uno y otro es más acusada, pues los más de 12.300 vehículos del año pasado supone casi triplicar los 4.200 coches recién matriculados que salieron al mercado mientras en el conjunto de España el ratio está más cerca del doble que del triple.

Más parecido es lo que sucede en el total de Castilla yLeón, donde (de nuevo según Faconauto) entre enero y marzo se vendieron 3,5 vehículos de segunda mano por cada uno de los nuevos.

La enorme demanda está provocando ya hace unos meses un importante agujero en la oferta en segmentos concretos de los coches de ocasión. El presidente de la patronal burgalesa de concesionarios, Fernando Andrés, explica que es relativamente sencillo encontrar vehículos «en el nicho de uno o dos años que son los que usan las empresa de alquiler, las flotas o los nuestros propios de los concesionarios».

A partir de ahí y hasta los cinco años aún puede haber algo, también proveniente del alquiler o de empresas de rénting, pero desde los 6 hasta los 10 años se abre un abismo. «No hay apenas coches de esa antigüedad por la sencilla razón de que la gente no cambia de vehículo. Aguanta con el que tiene y no pasa por aquí a comprar uno nuevo. Y así, no disponemos del suyo para venderlo». Es un círculo del que los concesionarios tienen muy difícil salir, pese a que existe demanda.

Más sencillo lo tienen quienes buscan oportunidades de más de 10 años de antigüedad. Pretenden un precio muy barato, claro está, para hacerse con un vehículo que les solucione desplazamientos cortos o viajes puntuales, pero sin realizar la gran inversión que suele suponer la compra de un coche, habitualmente el segundo mayor desembolso que realiza cualquier familia tras la compra de la vivienda.

Los precios crecen un 5%

Pese al enorme hueco de mercado entre los 6 y los 10 años que las empresas tratan de cubrir, el tirón de las ventas hace que los precios mantengan una tendencia al alza. El Observatorio Europeo de Precios de la consultora experta en vehículos de ocasión e internet AutoScout24 sitúa el coste medio de una operación de este tipo en la provincia de Burgos en 12.281 euros durante el primer trimestre del año. Esto supone un crecimiento del 4,9 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.

Habrá que esperar, en cualquier caso, a que los próximos meses confirmen o desmientan estas variaciones porque los expertos avisan de que las estadísticas de coches de segunda mano son volátiles. No es raro que de un año para otro las mismas fuentes acaben corrigiéndolas o introduciendo matices, aunque la tendencia no debería cambiar demasiado.