El guardia civil de La Manada, condenado a nueve años de prisión por un delito de abuso sexual en los Sanfermines de 2016 junto a otros cuatro implicados, y que intentó renovar el pasaporte, seguirá en libertad provisional hasta que la Audiencia de Navarra decida esta semana o la próxima sobre su situación. Así lo notificaron ayer fuentes judiciales una vez concluida la vista sobre el asunto celebrada en la Audiencia de Sevilla, que se prolongó durante algo más de cuatro horas, y en la que comparecieron nueve testigos. Por un lado, tres agentes de la oficina del DNI y otros tres del juzgado en el que Antonio Manuel Guerrero firma los lunes, miércoles y viernes. Por otro lado, a petición del agente, testificó su pareja, su madre y una amiga.