El conflicto entre los sindicatos y la patronal del sector de la limpieza de edificios y locales, en el que se estima que trabajan 3.400 personas en la provincia de Burgos, podría llegar a su fin. La reunión mantenida ayer en la Confederación de Asociaciones Empresariales (FAE) se cerró con un preacuerdo entre las partes que será total si no se observan discrepancias en el texto final del convenio y si las empleadas respaldan el resultado de una negociación que parecía interminable y que ha provocado numerosas concentraciones de protesta en la capital.

Según avanzó la responsable de Servicios Privados de CCOO, Carmen Nebreda, el acuerdo contempla incrementos salariales del 0,5% en 2016 y también del 0,5% en 2017 y «se mantienen», entre otras cosas, las mismas condiciones que teníamos en materia de incapacidad temporal y asuntos propios».

Se prevé que la firma definitiva del convenio, si no hay inprevistos, se produzca el próximo 24 de febrero.

Durante  los meses de negociación, las trabajadoras del sector de la limpieza reiteraron en todo momento que no aceptarían ningún acuerdo con la patronal que no contemplara un incremento salarial.

El pasado mes de noviembre, los sindicatos presentes en la negociación del nuevo convenio (UGT, CCOO y UGT) denunciaron que la patronal del sector planteaba la congelación salarial en 2015 y 2016 y una subida mínima del 0,2% en 2017. Un propuesta que tildaron de inaceptable.

Desde los sindicatos han recordado también durante el conflicto que son muchas las trabajadoras que no tienen una jornada de trabajo completa y que estas últimas tiene un salario de apenas 900 euros. Se ha dado paso adelante y solo falta ver si el preacuerdo se convierte en un trato definitivo.