El ente gestor del Área de Rehabilitación Urbana (ARU) de San Cristóbal, compuesto por 3 representantes vecinales y 1 del Ayuntamiento, será el encargado de decidir cuáles son los 17 bloques del barrio que se adecentarán en la primera fase de las obras y qué otros 17, de un total de 34, que deberán esperar hasta 2017 para ser remozados en una segunda intervención.

La portavoz de los vecinos, Irene Olmos, explicó ayer que se dará opción de dejar para más adelante el inicio de las obras a aquellas comunidades de propietarios que «prefieran retrasar» sus aportaciones económicas. Aunque eso implique que, tras la primera fase, puedan apreciarse de forma alterna edificios arreglados con otros en los que no se ha intervenido. 

Olmos restó importancia a que unos inmuebles vayan a ser remozados antes que otros ya que el dinero público ya está comprometido y eso significa, tal y como aseguró, que no existe riesgo de que las Administraciones den marcha atrás. Además, detalló que, independientemente de que las obras se hagan en una fase o en dos, siempre habría bloques que se arreglarían más tarde, con el consecuente impacto visual.

La concejala de Vivienda, Dolores Calleja, afirmó que ya está prácticamente listo el trámite para la constitución del ente gestor (falta un informe y no se sabe aún si debe pasar por Junta de Gobierno o por el Pleno) y Olmos se mostró confiada en que, tal y como se les asegura, las obras se puedan iniciar «en mayo o junio». La primera fase debe estar finalizada antes del 31 de diciembre de 2016 y contará con un presupuesto de 7,3 millones de euros.

Sobre la segunda parte, que tendrá un coste similar, la edil aseguró que en 2017 estará todo listo para que se encadene una actuación con la siguiente. 

En la tarde de ayer, los representantes vecinales acudieron con la concejala a ver el cartel que se ha colgado en la fachada de uno de los edificios  (en la calle Mérida) y que anuncia el inicio de las obras. Olmos definió el día de ayer como «muy importante» y esperado «desde hace 10 años».