Los radares móviles más 'activos' están en la A-1, A-231, CL-629 y A-62

I.E. / Burgos
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AEA localiza los 16 puntos de la provincia donde los cinemómetros denuncian más

La Semana Santa es una de las épocas del año que más desplazamientos de vehículos se registran. Aunque el Código de Circulación es muy claro a la hora de imponer los límites de velocidad, a los conductores más despistados o a aquellos que gustan de pisar más de lo debido el acelerador les vendrá muy bien la información de dónde se sitúan los radares más ‘activos’ de la Dirección General de Tráfico (DGT). 
El listado lo ha elaborado Automovilistas Europeos Asociados (AEA)  a partir de una muestra de 5.000 denuncias tramitadas durante el último semestre, para lo cual solo ha tenido en cuenta aquellos puntos donde en días diferentes se han formulado más de dos. O sea, que ha localizado aquellos radares más letales, bien porque se encuentran perfectamente camuflados o bien porque se trata de tramos donde los conductores respetan menos los límites.
En Burgos AEA ha localizado 16 puntos en los que los cinemómetros móviles del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil son especialmente eficaces en su cometido de sorprender a conductores circulando más deprisa de lo debido. En la A-1 son cinco los tramos en los que los radares ‘no dejan pasar una’. En el kilómetro 160,8 se sitúan tanto en sentido Madrid como en sentido Burgos. En el 173,4 controla a los vehículos que circulan hacia la capital de España. Los otros dos lugares son los kilómetros 215,4 y 226,5 y en ambos casos apuntan a los automóviles que transitan hacia el norte de España.
En la A-231, la autovía de León, los radares móviles más letales se ubican en tres sitios: en los kilómetros 123,1, 138,3 y 153,7. En los tres casos miran hacia la capital leonesa.
La A-62, la autovía que conecta Burgos con Palencia y Valladolid, es también una de las preferidas por la Guardia Civil para situar sus cinemómetros móviles. Los que más denuncias ponen se colocan en los puntos kilométricos 37,6 y 40,2, ambos apuntando a los coches que se dirigen hacia el sur.
En la carretera que une Sotopalacios con el sur de Vizcaya, la CL-629, se colocan con asiduidad sobre todo en dos puntos, en el kilómetro 110, en Villasana de Mena, y en el 77,3, en Villarcayo. En la BU-925, entre Aranda y la Gallega, el radar móvil que se instala en el 6,9 efectúa también una media elevada de denuncias. Igual que el emplazado en el kilómetro 63,9 de la autopista.
 
Los fijos.
A estos hay que unir los 14 radares fijos repartidos por la provincia. Hay que recordar que están ubicados en la A-1, con cuatro, en los kilómetros 146, 237 (hacia Madrid) y 194, 234 (en dirección Burgos); en la CL-629, la de Villarcayo, en los kilómetros 68, 75, 87 y 99; en la N-I, en tres ubicaciones, los kilómetros 271 y 302 y 303;en la N-120, en el 67,6; en la N-122, en el 264, y en la N-627, en el kilómetro 67.
Por otra parte, mañana comienza la segunda fase de la operación especial Semana Santa 2015. Están previstos que en la provincia de Burgos se registren 170.000 desplazamientos hasta el próximo lunes. 
Para canalizar y ordenar tanto la salida como el retorno en los  ejes principales el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil regulará la circulación mediante conos en la BU-30 entre el kilómetro 235 y el nudo Landa.