Descubierto por el ADN que dejó en la comida de los pisos que asaltaba

I.E. / Burgos
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La Policía Nacional identifica a un ladrón georgiano de 27 años que actuó durante dos semanas en el centro de Burgos junto a su banda para robar joyas y dinero en 9 viviendas

Un delincuente fichado debería tener algo claro, al menos en España. Que si decide darse un festín de comida y bebida en las viviendas que asalta ha de dejar la mesa recogidita y la basura en el contenedor. No por quedar bien con la familia a la que le ha robado las joyas y el dinero, que no se lo iban a agradecer de todos modos, sino porque de esa manera sería mucho más difícil ser descubierto.

Pues sí, un ladrón así de insensato ha pasado unos días en Burgos haciendo de las suyas, ‘visitando’ pisos ajenos y arramplando con lo que no era suyo. En mitad del robo al sujeto debía entrarle un hambre voraz, así que abría los armarios de la cocina o el frigorífico y probaba aquello que le apetecía. Lo que a simple vista puede parecer un gesto de mala educación en realidad le vino muy bien a la Policía Nacional. Los investigadores de la Científica tomaron los restos de alimentos y bebidas hallados en dos de los pisos que asaltó y, tras ser analizados y cotejados con la base de datos de delincuentes fichados, saltó una coincidencia. Se trata de un ciudadano georgiano de 27 años de edad que lamentablemente no ha podido ser detenido. Todo indica que se encuentra no ya lejos de Burgos sino de España.

Durante su estancia en la capital burgalesa entró en nueve viviendas del centro histórico mediante la técnica del ‘bumping’, que permite la apertura limpia y sin rotura de cerraduras de llave plana, de modo que no se hace visible la fractura de los bombines. Todos los robos tuvieron lugar en dos semanas, algunos de ellos en pisos del mismo edificio y en momentos muy próximos.

Según la Comisaría, los ladrones con los que actuó el sujeto identificado, B.K., están especializados en este tipo de atracos. Forma parte de un grupo delictivo itinerante perteneciente a la mafia georgiana, que tiene su base de operaciones en distintas localidades del cinturón de Madrid.

El sujeto ha sido detenido en varias ocasiones en España y tiene vigente varias requisitorias judiciales para su detención, aunque todo parece indicar que ya no está en el país. Prosiguen las investigaciones para dar con su paradero y el de los restantes miembros del grupo.

No es la primera banda de georgianos que actúa en la ciudad. En 2014 la Policía Nacional completó dos operaciones en las que fueron detenidos siete ladrones de dicha nacionalidad. En agosto de ese año fue desarticulado un grupo sorprendido in fraganti en uno de los bloques de Villa Pilar, entre la avenida del Arlanzón y la calle Vitoria. Robaron 70 pisos. Ocho meses antes caía otra banda que asaltó 50 viviendas, muchas de ellas en Gamonal, en las Torres. El juicio contra ellos ya ha sido celebrado y en todos los casos fueron condenados a 6 años de prisión. Sin embargo no ingresaron en ella, ya que conmutaron la pena por la expulsión a su país, pues el Código Penal contempla la posibilidad de sustituir una pena privativa de libertad inferior a 6 años por la extradición.