El automovilismo español volvió ayer a vestirse de luto después de un desgraciado accidente que sacudió el Rally de La Coruña. Uno de los participantes de la prueba perdió el control de su vehículo y arrolló a una multitud de espectadores que seguía la carrera desde uno de los márgenes de la carretera. El brutal impacto del coche con los asistentes a la prueba provocó, al menos, seis muertos y 16 heridos, de los cuales media docena se encuentra en estado grave.
En el tercer tramo del certamen, que discurría por carreteras de Carral, localidad perteneciente a la iglesia de Paleo y situada a unos 17 kilómetros de La Coruña, un Peugeot 206 XS, pilotado por un participante veterano y muy conocido en el mundo de motor gallego, tomó a gran velocidad una curva de derechas no demasiado pronunciada. Por motivos que se desconocen, aunque algunos testigos apuntan a un fallo en los frenos, una de las ruedas del coche se metió en la cuneta derecha y el vehículo dio una vuelta de campana, arrollando a todos los espectadores a su paso incontrolado. La fatalidad quiso, además, que el siniestro tuviera lugar en una curva que no estaba vallada y que se encontraba a pocos kilómetros de Carral, un pueblo que celebra estos días sus fiestas patronales, lo que ha aumentado la afluencia de espectadores a la zona.
Según los testigos presenciales citados por La Voz de Galicia, el panorama que dejó el accidente era dantesco, con muchos heridos por el suelo y los cuerpos de los fallecidos en la cuneta. Según las informaciones de los servicios de Emergencias, el siniestro provocó la muerte de cuatro mujeres, entre ellas una embarazada (a escasas semanas de dar a luz y cuya pareja también falleció en la tragedia) y una menor de edad; y dos hombres. Tres de los muertos son del municipio vecino de Cambre.
En cuanto a los heridos, 16 tuvieron que ser hospitalizados, entre ellos, cinco niños. Seis de los ingresados se encuentran en estado grave y se teme por la vida de uno de ellos, que entró en el centro sanitario en estado crítico.
Tras la tragedia, el Rally de La Coruña, que forma parte del campeonato gallego de automovilismo y que contaba con más de 120 vehículos inscritos pues es uno de los más populares en su zona y, en su día, llegó a ser valedero para el certamen europeo, quedó suspendido de inmediato, como ocurrió también con las fiestas patronales de Carral.