BNK prevé realizar hasta 12 pozos en Merindades y Sedano para buscar gas

F. Trespaderne / Burgos
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Los sondeos del permiso Urraca se harán en Medina, Villarcayo y Merindad de Cuesta Urría, mientras que los emplazamientos del Sedano están en la Merindad de Río Ubierna y Sedano

BNK España, filial de la compañía canadiense BNK Petroleum, ya ha presentado los proyectos y estudios de impacto ambiental para realizar los primeros sondeos o pozos exploratorios para confirmar la presencia de gas natural en los permisos conocidos como Urraca y Sedano. En concreto, los sondeos se situarán en seis emplazamientos, tres de ellos en el permiso Urraca, otorgado por el Ministerio de Industria al afectar a dos comunidades, en los municipios de Medina de Pomar, Villarcayo y Merindad de Cuesta Urría.

En el permiso de Sedano, concedido por la Junta de Castilla y León, dos de los emplazamientos está en el término municipal de la  Merindad de Río Ubierna y el tercero en el Valle de Sedano.

En cada uno de esos emplazamientos, que tienen una extensión media de 2,3 hectáreas, la compañía de hidrocarburos podrá realizar hasta dos sondeos o pozos para confirmar la presencia de gas pizarra o shale gas, según indicó Troy Wagner, director de BNK España y vicepresidente de Operaciones de BNK en Europa, quien señaló que aproximadamente el veinte por ciento de las reservas de gas de España (unos dos billones de metros cúbicos) se encuentra en la zona norte de Burgos.

En cuanto a estos terrenos seleccionados para realizar los  sondeos exploratorios, Wagner señaló que actualmente se utilizan para la agricultura o pastos y que, en el caso de Urraca, BNK ha comprado los de los tres emplazamientos, mientras que el caso de Sedano «muchas de las parcelas son de propiedad municipal y hay que entrar en el proceso de ocupación temporal», manifestó.

Los proyectos que presentó ayer Wagner van acompañados de sus correspondientes Estudios de Impacto Ambiental (EIA), obligatorios por ley en España incluso cuando se trata de realizar los sondeos en fase de exploración. Este requisito, que no es preciso en la mayor parte de los países europeos, supone «el mayor grado de protección medioambiental» previsto por la legislación española, apuntó el  director de BNK, quien recordó que llevaban trabajando en este proyecto tres años y que esperan comenzar a realizarlos pozos de exploración en los primeros meses de 2016.

Para llegar a ese momento es necesario que los informes de impacto ambiental de los proyectos, que ya se han presentado ante las administraciones central y regional, sean aprobados tras pasar el correspondiente período de exposición pública, fase en la que están en estos momentos. Wagner recordó que la legislación española, aprobada en 2013, es una de las pocas de Europa que obliga a realizar estudios de impacto ambiental en la fase exploratoria de los proyectos. Estos estudios se componen a su vez de otros diez estudios y cuatro anexos, «que sirven de base para analizar de forma específica cada uno de los posibles impactos» apuntó Wagner.

En la elaboración de esta compleja documentación, según indicó el director de BNK España, han participado más de una treintena de treintena de especialistas (ingenieros, geólogos, hidrogeólogos, ambientalistas, biólogos y arqueólogos), que han trabajado durante más de dos años. En ellos se analizan aspectos como la geomecánica del subsuelo, hidrogeología, geología, ciclo de agua, sismicidad, arqueología, biología, no afección a Red Natura 2000, modelo de ruido y calidad del aire.

En estos estudios también se evalúan las diferentes alternativas y medidas correctoras para que el sondeo sea compatible con la protección del medioambiente y de las personas. En cuanto a la técnica del fracking, consistente en inyectar o bombear a presión agua y una serie de aditivos a presión, a una profundidad de 3.000-4.500 metros, para crear fisuras en la roca de pizarra  y liberar el gas, Wagner aseguró que es una técnica «segura y probada por una experiencia de décadas» y reiteró que los componentes con públicos.

Una vez aprobada la declaración de impacto ambiental la empresa necesitaría seis meses para comenzar a perforar y  otros seis para procesar y analizar los datos.