La vida monástica no está reñida con las nuevas tecnologías. Así lo han entendido los monjes cistercienses de San Pedro de Cardeña, que acaban de estrenar página web para dar a conocer, «de una manera sencilla y abierta», lo que representa este monasterio en cuanto a historia, arte y, sobretodo, en cuanto a espiritualidad.

Situado a poco más de 10 kilómetros de la ciudad de Burgos, el cenobio mantiene una estrecha relación con la historia y la leyenda del Cid algo que los monjes han querido reflejar en su nueva web (www.monasteriosanpedrodecardena.com), tal y como recuerdan desde el Consorcio del Camino del Cid.

Así, junto a los apuntes relacionados con el heroe de Vivar y con la propia ruta cidiana (es uno de los puntos de sellado del salvoconducto de la ruta), la página permite conocer algo más de su azarosa historia y es que no hay que olvidar que el monasterio fue saqueado en numerosas ocasiones -desde los ejércitos andalusíes hasta las tropas francesas- y que su vida monástica no ha sido constante a lo largo de los años. De hecho, durante más de un siglo (entre 1836 y 1942) el cenobio castellano sirvió para casi todo menos para lo que había sido su fin originario.

Pero no sólo de hechos o acontecimientos históricos se nutre la web ya que incorpora información sobre la orden, el entorno, la bodega (donde se elabora el popular Valdevegón o el licor Tizona), la biblioteca así como otras secciones como una tienda online donde se puede adquirir el mencionado vino o licor junto a otros productos que elaboran los monjes como queso, chocolate o miel. Asimismo, también ofrece información sobre la hospedería e integra un blog cuyas entradas pretenden acercar la historia del monasterio así como la vida y costumbres de sus moradores: los monjes.

Recordando unas palabras de Guillermo de Saint-Thierry, cisterciense del siglo XII, los monjes de  Cardeña destacan que, aunque por vocación, han escogido la soledad, se trata de una soledad acompañada porque «quien está con Dios, nunca está menos solo que cuando está solo».

En este sentido, recuerdan que «desde la soledad y la oración nos sentimos unidos a todos los hombres, nuestros hermanos. Esta página quiere ser una forma de entrar en contacto con quienes nos visitan o quieren saber de nosotros, sin perder nuestra identidad vocacional».

En la hospedería, el monasterio cuenta con 24 habitaciones para quienes busquen «un espacio de paz y sosiego, donde poder vivir una experiencia espititual de reflexión, recogimiento y calma interior». La estancia mínima es de 3 días y la máxima de diez.