Los agentes medioambientales urgen para la zona sur una autobomba

J.C.O. / Aranda
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Situación insostenible. Denuncian que pese a que la competencia es de la Junta el gasto de afrontar los incendios forestales lo asume mayoritariamente el Ayuntamiento arandino

Los bomberos arandinos interviniendo en un incendio forestal. - Foto: DB

 
Cuando aún resuenan los ecos de la denuncia del convenio entre el Ayuntamiento arandino  y  la Diputación para la prestación del servicio de extinción de incendios y salvamento en 40 localidades de la comarca por considerarlo injusto e insuficiente a nivel económico, ahora es la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales  de Castilla y León (Apamcyl) la que ‘echa  más leña al fuego’ al denunciar que la situación en materia de extinción de incendios forestales en la comarca «es insostenible».
La agrupación ya viene alertando desde hace años de la problemática que generan los escasos medios destinados a este fin en la zona sur y ayer mismo registró una propuesta en la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, en el Ayuntamiento arandino y en la Diputación para tratar de optimizar los recursos y el gasto. Una solución que a su juicio pasaría por destinar en verano una autobomba autonómica a la comarca -el Ayuntamiento de Milagros ofertó gratuitamente suelo con nave incluida para un parque comarcal-, y por realizar una reunión entre las tres administraciones afectadas para reorganizar este servicio. 
Apamcyl evidencia que si bien la competencia es de la Junta, ésta no dispone de medios propios de extinción en la comarca. Tan solo cuenta con una cuadrilla de siete operarios mediante contrata que a la vez efectúa limpieza de montes y queda disponible en caso de incendio. Una dotación que, a su juicio, resulta más efectiva en operaciones de remate del fuego «siendo necesario y mucho más efectivo  -apunta el portavoz. Esaú Escolar- un camión autobomba para el primer ataque directo al fuego».
El vehículo de extinción  propio de la administración regional  más próximo es la autobomba  de Huerta de Rey, a 40 kilómetros de Aranda, y cuyo tiempo de intervención en la zona está en un mínimo de entre 50 y 60 minutos. Sin embargo la Junta ostenta la jefatura y coordinación de medios de extinción de incendios forestales a través de los  agentes medioambientales. Estos denuncian que se les hace «complicado» asumir esta tarea sin que su propia administración aporte ningún medio, agravado porque no disponen de medio de comunicación con el resto de integrantes, «lo que supone -advierte Escolar- un riesgo para la seguridad de quienes trabajan en el operativo».
Y ponen de manifiesto que con la configuración de la comarca, en época de máximo peligro y con viento fuerte, las velocidades de propagación pueden ser superiores a los 30 metros por minuto. «Es decir, en una hora  pueden registrarse avances de casi dos kilómetros y este tipo de incendios solo es posible atajarlo en el inicio si se dispone de medios de extinción con tiempos de respuesta rápidos y efectivos, además de contar con una buena red de pistas y accesos, y donde está claro que estos servicios funcionan mejor si son profesionales», indica Escolar. 
En cuanto a Diputación señalan que si bien no tiene competencias en esta materia, al mantener parques de bomberos voluntarios, solo en la zona oeste las salidas a los incendios forestales son atendidas en algún caso por el parque de Roa, y en menor medida por el de Torresandino, si bien desde hace años han evidenciado sus deficiencias e inoperatividad, con lo que el resto son atendidos casi en exclusiva por el  Parque Municipal de Bomberos de Aranda. 
Advierte de que cuentan con unos vehículos que, debido a su antigüedad -superan los 20 años- y a sus características técnicas, sobre todo el raudense, «no son operativos en materia de incendios forestales y ello si contar con el deficiente mantenimiento que pone continuamente en riesgo la seguridad del personal que los utiliza». En cuanto al personal alertan de que, a pesar de su voluntad intachable, en los últimos años, 2010 a 2013, ha existido «una situación grave» ya que el vehículo de Roa ha sido conducido por un pensionista. Una circunstancia que aseguran conocía Diputación «sin que se haya puesto remedio».
Los agentes medioambientales afirman que la «situación insostenible» de este servicio  voluntario es conocida desde hace años por las tres administraciones y alertan de que «se hace inevitable que tarde o temprano salga a la luz todo el malestar originado tanto en las administraciones como en los propios trabajadores, terminando por conocerse el desvío de las partidas presupuestarias que se reciben de este servicio para sufragar otros gastos municipales». 
A este respecto para Apamcyl resulta curioso que Diputación  mantenga una autobomba de voluntarios en Huerta de Rey,  disponiendo esta localidad de dos en época de riesgo «mientras en la Ribera el servicio es deficiente».
La asociación subraya que a la hora de la verdad quien presta el servicio de extinción de incendios en la comarca es el Ayuntamiento arandino, asumiendo prácticamente en su totalidad un gasto que no le corresponde, a pesar de que desde la Junta se insiste en que se colabora con la dotación del parque ya que ésta pagó el último camión adquirido para intervención forestal, valorado en unos 300.000 euros. Un coste que, dado que debe asumir un turno adicional de bomberos cada vez que hay una salida a un incendio forestal,  fija en unos 18.000 euros  en personal, más combustible y vehículo.
 
Vehículo de reposición.
Ampaf considera que  se podría destinar a la zona una autobomba que este verano ha estado disponible para reposición por avería en las cocheras del servicio de Medio Ambiente por inoperatividad en orografías de comarcas del norte y apta para zonas con menos relieve como la Ribera. Así se descargaría al parque de bomberos arandino de la primera intervención, quedando de apoyo si la envergadura del incendio lo requiere.
Un vehículo que se podría haber utilizado de haber dispuesto de la dotación económica del personal mínimo que lo maneja (dos conductores y dos mangueristas) durante los 3 meses de verano, cuyo coste rondaría los 20.000 euros «curiosamente el mismo gasto que soporta el Ayuntamiento arandino sin ser su competencia».