Las alucinaciones de un visitante extraterrestre

I.L.M. / Aranda
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La imaginación carnavalera de los arandinos da forma a un desfile heterogéneo en el que se mezclaban personajes del universo infantil con deportistas y mitos de la literatura

 
 
Los arandinos conjuraban ayer la posibilidad de sufrir una invasión extraterrestre. El escuadrón llegado del espacio exterior como avanzadilla salía despavorido. El primer contacto con los terrícolas se produjo a las 19 horas en el Centro Cívico ‘Virgen de las Viñas’ de la capital ribereña y no les gustó nada lo que vieron: una amalgama de personajes con muchas ganas de pasárselo bien que hicieron que los extraterrestres pusiesen pies en polvorosa enfilando la calle Carrequemada. 
Lo que no sabían esa cuadrilla espacial es que las más de 1.100 personas que llenaban la calle eran los participantes en el gran desfile de Carnaval, organizado por la Concejalía de Festejos del Ayuntamiento de Aranda. Por si los invasores se ponían bravos, muy de cerca les seguían las superheroínas en las que se han convertido las integrantes de la corte real festiva. 
En un grupo compacto y variado se pudo ver una recreación del anuncio de la Lotería de Navidad, zapatillas de fútbol, personajes de cuentos clásicos y de animación moderna y hasta la Guardia Real inglesa armada con instrumentos musicales. Para evitar que la cosa se acelerase más de la cuenta, unos radares muy marchosos iban controlando la velocidad del desfile, bajo la amenaza de quitar tres puntos al que se pasase de frenada. Algo que agradecieron los personajes del universo Disney, uno de los disfraces más repetidos entre los carnavaleros. Las muñecas recortables de la infancia de muchas féminas que ya peinan canas iban tan animadas que transmitían su jolgorio a las zíngaras que precedían a una comuna jipi.  
La prontitud en la celebración de estos festejos de carnestolendas restó imaginación a muchos disfraces, pero algunas agrupaciones dieron el do de pecho con originalidad y trabajo. Una de las carrozas más comentada era la creada por el AMPA del Colegio Vera Cruz, que se acordó del cuarto centenario de la muerte de Miguel de Cervantes y recreó todo su universo de caballeros andantes, damas, escuderos y hasta molinos. El grupo de los CEAS asombraba por la gran cantidad de componentes y la vistosidad de su disfraz de espantapájaros, con zancudos incluidos, y una carroza muy florida y detallista. Otro colegio, el Santa María, abría el apetito de los espectadores con sus galletas María y una nutrida cuadrilla ponía en movimiento monumentos de Aranda en forma de recuerdo para los turistas. Hasta una charanga, la de Los Sobrinos de la Tía Damiana, hacía su particular homenaje a David Bowie mientras la de Tierra Aranda se sumaba a la moda hipster. 
A los extraterrestres se les perdía la pista en la Plaza Mayor, lugar donde tenía su punto final el desfile, y no se les ha vuelto a ver más. A no ser que se hayan sumado a la fiesta disfrazándose, nunca se sabe. Vayan con cuidado.