Scarlett O’Hara y el reparto de la mítica película Lo que el viento se llevó; unas divertidas damas vestidas de ‘Noches de desenfreno, mañanas de ibuprofeno’, ese antiinflamatorio que casi todo adulto ha tomado alguna vez; unos diminutos componentes de míticos grupos heavies como AC/DC; unas piezas de parchís imparables o numerosos emoticonos de las redes sociales fueron tan solo algunos de los originales personajes que ayer llenaron de imaginación la villa de Villarcayo. Más de quinientas personas, inscritas en el concurso de disfraces, participaron en el primer desfile carnavalero del fin de semana, pero entre el público se contaban muchos más personajes en una villa que trocó en diversión.
Todo valía para ser otro, personajes de ficción cinematográfica, infantiles, de los juegos de Play Station, de rabiosa actualidad o de fantasía. Las diecinueve comparsas de adultos y las trece familiares, compuestas por mayores y pequeños, reunieron el mayor volumen de participantes con cerca de 200 personas en cada categoría que pelearon por premios de hasta 600 euros, en el caso de los adultos. Junto a ellos desfilaron trece carrozas, entre las que hubo unos preciosos joyeros, unos puestos del mercado de Villarcayo con un surtido impresionante, una gran guitarra eléctrica de ‘Villar Hero’ o una cirila acompañada por unas monjas de lo más modernas con hábito rosa. El tren del lejano oeste también circuló por las principales calles de Villarcayo y por tener tenía hasta asientos adaptados para los más pequeños.
El desfile salió ordenado del antiguo colegio de España y acortó un poco su recorrido habitual, pero la longitud que alcanzó volvió a convertir la foto de Villarcayo en un paisaje multicolor durante algo más de una hora. La Batukada Gurus y las charangas Merindades, Nela y Coda pusieron el toque musical, que continuó por la tarde en el segundo desfile y con la animación posterior. Esta mañana, a la una y media se repartirán más de 5.300 euros en premios al esfuerzo de una villa cada año más carnavalera y que la Concejalía de Cultura ha tratado de estimular con un aumento de los galardones y de propuestas. Talleres de coronas de Frozen y de dragones, de maquillaje o de gafas carnavaleras fueron una de las novedades para entretener a los más pequeños que contaron con su disco fiesta y juegos por la tarde, además de su propio concurso.
En Medina de Pomar, el Carnaval arrancó a media tarde, como viene siendo tradicional, y de nuevo la plaza de Somovilla se convirtió en el centro de todas las miradas. De allí partieron los más de 350 participantes en el concurso de disfraces convocado un año más por el Ayuntamiento y que este año ha bajado la dotación de premios a un total de 2.210 euros. Pese a ello, las cuadrillas volvieron a demostrar cómo se esfuerzan por sorprender. Las hadas de fantasía acompañadas de los guardianes del bosque deslumbraban con su carroza, un caballo tirando de un carruaje, que sus autoras descubrieron que habían confeccionado con botellas de plástico. Tras dos meses de trabajo, el resultado era realmente bonito.
Pero hubo también vehículos sorprendentes, como el de los astronautas de Medina Space One, carros de combate y carrozas de Las mil y una noches con sus aladinos y aladinas frotando sus lámparas mágicas. Todo se aprovecha en el Carnaval, incluso los folletos de las ofertas del supermercado que madre e hija transformaron en bellos trajes.
El desfile varió este año su recorrido de los últimos años y no transcurrió por la avenida de Burgos, porque nuevamente la Subdelegación del Gobierno denegó el permiso solicitado para desfilar por esta vía, la Nacional 629, y cortar el tráfico. Así que el Carnaval se dirigió por la Calle Mayor a la plaza del Ayuntamiento para regresar por la Ronda a Somovilla, donde esperaba la entrega de premios, la chocolatada y la disco móvil.
Otras poblaciones, como Villasana de Mena, Trespaderne o Quintana Martín-Galíndez, también disfrutaron ayer del Carnaval mientras algunas localidades, como Soncillo, Pedrosa de Valdeporres o Espinosa, retrasan su celebración al próximo sábado, día 13.