Arte con tierra y otras materias

B.A.
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La Bodega Pago de los Capellanes, en Pedrosa de Duero, acoge hasta noviembre una muestra de quince obras con las que el artista Marcos Tamargo resume sus últimos años

El aroma de un buen vino y la luz que penetra por los enormes ventanales de la Bodega Pago de los Capellanes envuelven las obras de Marcos Tamargo, tanto, que parece que las hubiera creado para estar colgadas ahí. Pero no, estas quince piezas, que resumen los últimos cuatro años de trabajo de este artista asturiano, se podrán disfrutar hasta el 30 de noviembre en este singular espacio, donde han encontrado una comunión perfecta, aunque efímera. 

En la muestra, que lleva por nombre Tierra Adentro y que ha supuesto una cuidada selección, se pueden apreciar tres partes diferenciadas. Una de ellas es la de Cántico Espiritual, un libro realizado con la Galería Rodrigo Juarranz y con Ediciones Carla Torres sobre la obra cumbre de la poesía mística española del siglo XVI escrita por San Juan de la Cruz. 

Este libro está compuesto por una obra original y seis grabados de Tamargo, así como el texto del poema traducido a once idiomas, todo ellos sobre papel artesanal de 600 gramos y con una tirada exclusiva de cien ejemplares numerados y firmados. La muestra acoge, desde el pasado 14 de julio, algunas de esas obras originales que acompañan al libro, no expuestas anteriormente, y realizadas el pasado mes de marzo. «Para hacerlas me encerré durante un tiempo en el convento de los Carmelitas Descalzos de Toledo», relata Tamargo.

Otra parte de la muestra está compuesta por unas obras que forman parte de la colección privada del artista, que realizó durante su estancia en Kenia y que llegaron a España en barco. Unas obras llenas de luz, que suponen un reflejo de su yo más profundo y de su incesante búsqueda de nuevos lenguajes y elementos expresivos, algo esencial para el artista asturiano, porque eso es lo que da sentido a su evolución, tanto en la vida como en el trabajo creativo.

La tercera parte de la muestra está compuesta por obras de la serie Anábasis Blanca, en la que se encuentra trabajando en la actualidad. Aquí, las tierras que rodean Pago de los Capellanes y la forma en la que se integra la bodega en el entorno natural le han servido de inspiración. En ellas, el artista utiliza materias muertas recogidas en los viñedos, tales como arena y ramas, para componer sus obras. «En esta serie me muevo entre los blancos y los negros. El blanco tiene más complejidad, pero a la vez es muy agradecido», relata. 

madera y metales. Y es que si hay algo que define la obra de Marcos Tamargo es su pasión por trabajar con la materia. «Me gusta utilizar materiales que a primera vista no tienen belleza, pero que después de trabajar con ellos y hacer una composición artística, la van adquiriendo», relata el artista que utiliza tierra, cemento, madera o metales. «A veces cuando cojo el avión y llevo la maleta llena de diferentes materiales me preguntan que clase de contrabando hago», bromea. 

Y es que en Tierra Adentro nos podemos encontrar en sus obras desde hierro procedente de Kenia, a tierra de Castilla o maleza de EE.UU. «Es una composición donde aparecen plasmados diferentes lugares. El pintor puede hacerlo por amor al arte, a la naturaleza, a la familia o como una reivindicación. Estos materiales me ayudan a plasmar esos dos aspectos, mi amor por la naturaleza y a reinvindicar otros  como los problemas de emigración que hay ahora», explica. Tamargo integra en sus obras estos materiales no como elementos decorativos, sino como parte sustancial del tema de la propia creación, y está orgulloso del resultado. «Son piezas especiales, siempre estoy orgulloso de los trabajos que hago, porque si hago algo que no me gusta, no dejo que vea nunca la luz», confiesa. 

Las obras de Marcos Tamargo, que recientemente ha participado en dos ferias en Corea del Sur y otra en Marbella, podrán verse en la bodega hasta el 30 de noviembre, de lunes a sábado de 10 a 14 horas y de 16 a 18 horas. El acceso a la exposición no tiene coste. Las obras se presentan en diferente formatos, pequeño formato sobre papel o grande formato sobre tabla de tres metros. Y todas ellas merecen que se las observe con detenimiento para que se aprecien cada uno de sus matices y materiales. 

Paco Rodero, propietario de la bodega Pago de los Capellanes junto a su mujer, Conchita Villa, se muestra entusiasmado con esta exposición. «En ella se manifiestan las dos condiciones fundamentales para la elaboración del vino, la tierra y el clima. Estos son los valores más importantes y que refleja esta muestra. Se me pone la carne de gallina cuando profundizo en ambas cosas», comenta Paco Rodero.

Sin embargo, fue su mujer, Conchita Villa, la que siempre mostró este interés por el arte. «Esta es la sexta exposición que hacemos en la bodega. A Conchita le gusta mucho el arte y decidió dedicar este espacio de la bodega para acoger alguna muestra», señala.