Techno-Flash cambia Aranda por Tordesillas al carecer de «atractivo» para la ciudad

S.R. / Aranda
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La concejala de Festejos, María Ángeles Marín, cree que no es un evento apropiado para celebrar en Aranda durante la Semana Santa

El festival de música electrónica que lleva celebrando siete ediciones en la capital ribereña no podrá cumplir su octavo cumpleaños en la ciudad, pues será la localidad vallisoletana de Tordesillas quien acoja la Techno-Flash en esta ocasión. «Como concejala de Juventud y Festejos no puedo consentir el consumo de todas esas cosas que hay en el festival. Este año no se hará», aseveró ayer la edil María Ángeles Marín. «No lo veo una actividad atractiva en Semana Santa para Aranda», añadió.

«Mucha gente del entorno de los jóvenes saludables y los padres nos han mostrado su preocupación y, como nos debemos a todos, la fiesta con ese perfil no encaja aquí», comenta. Argumentó su postura aludiendo al balance realizado el año pasado, cuando «hubo bastantes intoxicaciones que se tuvieron que atender en el Hospital por el tema de las drogas». Comportamientos que, dice, no puede «consentir».

Cuestionada sobre el respaldo de la decisión, Marín afirmó que contó con el respaldo de una comisión de Festejos celebrada el pasado 9 de octubre, aunque no hubo unanimidad y algunos concejales decían desconocer hasta ayer la suspensión de este evento.

Achacó la falta de comunicación sobre este tema a que la Techno-Flash «no» depende de Juventud. «No he salido a decirlo porque Festejos no promueve la música electrónica ni el consumo de sustancias», apuntó. A pesar de su postura, la concejalía ha mediado en las gestiones del festival desde sus inicios al tener que aprobar su celebración.

«Esto no nos pertenece. Estamos con el ocio alternativo y trabajando para que los jóvenes no beban y hagan deporte», añadió, y trató de lanzar la pelota a su compañero Javier Rojas. «Esto a lo mejor es más de Promoción y Desarrollo», comentó, aludiendo a esta concejalía como responsable de futuras ediciones.

Posteriormente trató de desvincularlo del Ayuntamiento al recordar que el año pasado no se permitió a los organizadores instalarse en el recinto ferial, lo que les obligó a alquilar un terreno en el polígono industrial de Prado Marina. «Ni participa, ni promueve ni subvenciona», enumeró, poniendo distancia con el festival Sonorama con el que «sí colabora».

CONSECUENCIAS

Respecto al impacto económico que el traslado del evento supondrá para la ciudad, la edil se limita a sostener que desconoce cual puede ser la repercusión. En cambio, asegura que no ha recibido queja de los hosteleros: «Eso lo confirmo». La ausencia de protestas quizás se deba a que ninguno de los miembros de la Asociación de Hosteleros de Aranda y La Ribera (Asohar) conocían la decisión.

«No sabía que tenía que comunicárselo, pero gracias por decírmelo», comentó con ironía, después de reconocer que no se había consultado a la entidad.

Así lo confirmó el presidente de Asohar, Miguel Ángel Gayubo, quien aseguró que «tendrá un impacto negativo para los hoteles, pues se llenaban al 100%». En cuanto al resto de negocios cree que las consecuencias serán menores, pero recuerda que siempre que haya movimiento es beneficioso. «Solo espero que  no nos tengamos que arrepentir».