Fenómeno Riqui Puig

SPC
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El estreno del centrocampista en el duelo copero ante la Cultural Leonesa desborda la ilusión de la afición del Barça, aunque Ernesto Valverde pide paciencia con el canterano

Fenómeno Riqui Puig

Apenas 35 minutos sobre el terreno de juego en el partido copero del pasado miércoles ante la Cultural Leonesa sirvieron al joven Riqui Puig para acaparar todos los focos de la noche en el Camp Nou. Ni el reencuentro de Munir con el gol ni los dos tantos reivincativos de un Denis Suárez olvidado por Ernesto Valverde le quitaron los titulares al canterano culé en su estreno con el primer equipo. Un debut en el que el chaval de Matadepera (Barcelona) dejó una asistencia de auténtico lujo en la diana que cerró la goleada azulgrana y, sobre todo, dio pinceladas de que está llamado a liderar el Barça del futuro con su juego atrevido, ofensivo y con eso que se bautizó en su día, con la explosión de los ‘bajitos de Guardiola’, como ‘ADN Barça’.

El interior diestro se crió jugando en el Jàbac Terrassa, un histórico club del fútbol territorial catalán, donde le vieron los ojeadores culés. Así, a los 14 años, el joven futbolista se marchó a La Masia, donde ha ido quemando etapas hasta llegar al filial azulgrana. Y, pese a su abrupta irrupción en el primer equipo, ahí seguirá, al menos, hasta el final de la temporada, según defendieron el propio jugador y el técnico barcelonista al término del encuentro contra la ‘Cultu’. «Está entrenando con nosotros y ya veremos si tiene oportunidades. Está bien que la gente tenga ilusión y esperamos que el de Riqui  sea un primer paso de una gran trayectoria, pero hay que tener paciencia», señaló el ‘Txingurri’ tras el choque.

«Soy el más feliz del mundo. Pero mi mente está ya en el filial y en ganar en el campo del Badalona», apuntó, por su parte, el futbolista. 

A pesar de ser una de las grandes perlas de la cantera azulgrana -con apenas 18 años ya tenía una cláusula de rescisión de 100 millones de euros- el entorno del joven le mantiene con los pies en el suelo para que siga trabajando por cumplir su sueño de jugar en el primer equipo. Así lo demostró su padre, Carlos Puig, con las declaraciones que realizó tras el estreno de su hijo: «Ahora hay que dejar que baje el soufflé y que Ricard sea un chico humilde. No le podemos agobiar.  Yo hablo porque es el día del debut, pero no me gustaría aparecer más en la prensa, porque los padres también estropeamos las cosas. Dejemos a Ricard tranquilo».