El FC Barcelona se medirá hoy al Real Madrid en la final de la Supercopa Endesa, después de superar sin problemas al Laboral Kutxa (73-98), gracias a una actuación muy sólida del conjunto de Xavi Pascual, que tuvo en Botsjan Nachbar a su máximo anotador con 22 puntos.
El nuevo equipo blaugrana, muy renovado, se sobrepuso a las ausencias de dos jugadores importantes como Lorbek -ésta ya sabida- y Navarro -baja de última hora- y redujo a la mínima expresión al equipo local con un baloncesto fluido y de elevado ritmo, muy diferente al practicado el pasado curso, en un partido ya sentenciado en el tercer cuarto (51-76) y que permitirá a los catalanes disputar su decimocuarta final consecutiva de un torneo doméstico.
El Laboral Kutxa fue de más a menos. Tuvo en Nocioni la sangre hirviendo que demandaba en el inicio de partido, vital para encender a la grada, pero después se diluyó. Ante un rival con una rotación interminable, el carácter del argentino y los centímetros de Pleiss plantaron cara.