La Junta empieza a saldar su deuda histórica con el agua de Ojo Guareña

A.C. / Cornejo
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Las primeras depuradoras construidas en Quintanilla del Rebollar, Quisicedo y Cornejo están a punto de arrancar tras una inversión de 595.645 euros, con la que colabora el Ayuntamiento

La declaración de la Merindad de Sotoscueva y parte de la Merindad de Montija y Espinosa de los Monteros como espacio natural protegido en 1996 fue acompañada por el compromiso de depurar las aguas residuales de 23 núcleos de población. Veinte años después comienza a ser realidad, aunque aún queda mucho camino por recorrer, porque solo se han ejecutado las tres primeras depuradoras enclavadas en Quisicedo, Quintanilla del Rebollar y Cornejo. La de Quisicedo demorará su puesta en marcha hasta resolver un problema con la acometida de electricidad, mientras que las otras dos se están sometiendo a los últimos ajustes para su inmediata puesta en marcha.

El proyecto presentado en 1999 por la Junta de Castilla y León a los pueblos del espacio cifraba la inversión en depuración en más de 7 millones de euros. Pasaron los años y el compromiso nunca salió del papel hasta que en noviembre de 2013, la Junta de Castilla y León firmó un convenio con el Ayuntamiento de la Merindad de Sotoscueva para hacer realidad las tres primeras depuradoras. Ha pasado más de un año y medio desde su adjudicación por 595.645 euros, pero parece que todo está ya a punto para que las aguas de las 320 viviendas de estas poblaciones vayan limpias a los cauces de los arroyos y ríos que alimentan el complejo kárstico de Ojo Guareña y que lo convierten en uno de los principales atractivos naturales de Las Merindades y de la provincia.

La primera intención manifestada meses antes de la firma del convenio por la Administración regional era la de construir estas tres depuradoras y dotar después de filtros verdes o balsas de aireación con macrofitas (algas)a otras cinco localidades, pero desde la Junta aún no concretan cuáles serán las siguientes infraestructuras que se habilitarán. Las tres instalaciones construidas por la empresa Espina Obras Hidráulicas son muy similares y están diseñadas para atender a una población de hasta 1.300 personas, aunque los empadronados apenas alcanzan los 150. Las depuradoras serán así también operativas durante los periodos de primavera y verano, en que estos pueblos ganan numerosa población flotante.

La idea inicial planteada por el Gobierno regional fue que los vecinos con sus recibos abonaran paulatinamente la inversión, pero el acuerdo final llevó a la Junta a aportar el 80% mientras el resto correrá a cargo del Consistorio, que desembolsará 120.000 euros por las obras. Asimismo, los gastos anuales de mantenimiento de las depuradoras, que se han calculado en 40.000 euros, serán sufragados a partes iguales por la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento. La nueva ordenanza municipal, que ha entrado en vigor esta semana, plantea una nueva cuota fija anual de 30 euros por el servicio de alcantarillado, saneamiento y depuración.