La religiosidad en España, según José Gutiérrez Solana

G.G.U.
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Hoy se ha inaugurado en el claustro bajo de la Catedral la primera exposición sobre la obra religiosa del artista madrileño, criado en el desastre de 1898 y formado en las vanguardias. Muchos cuadros, de particulares, no se habían exhibido nunca

Desde esta mañana y hasta el próximo 11 de noviembre, la sala Valentín Palencia de la Catedral mostrará buena parte de la producción que el pintor y escritor José Gutiérrez Solana dedicó a la religión a comienzos del siglo XX. Consta de 20 cuadros de diversos tamaños, la mayoría de colecciones privadas como la del Banco Santander o de particulares. "Una de las singularidades de esta muestra es que son obras que no han salido de las colecciones y se exhiben ahora por primera vez en una sala", señaló la comisaria, la conservacionista del Museo Reina Sofía María José Salazar, destacando que el artista madrileño fue "único" y "atípico" para su tiempo, dado que no se le puede asimilar a ningún movimiento, "solo a la grandeza de su propia creación". Esta singularidad hizo de Gutiérrez Solana un artista versátil, que trabajó "en escenarios distintos; uno de ellos es el religioso, que por diversos avatares, nunca se llegó a mostrar. La celebración del octavo centenario de la Catedral se ha considerado ocasión adecuada para mostrar al gran público esa vertiente del artista madrileño. "Este escenario, el de la religión, responde perfectamente a lo que es Solana, a quien se suele asimilar con el realismo español", ha dicho la comisaria.

En la selección se han incluido numerosos cuadros de procesiones en diversas localidades de España, dado que fue "tema recurrente" en su obra. Una de ellas, Procesión con dos pasos es uno de los tres cuadros más destacados de la exposición para el galerista Leandro Navarro, que ha asistido a la inauguración y ha sido presentado por Salazar como "el máximo experto en Gutiérrez Solana". Las otras dos obras son El fin del mundo y El Cristo de Burgos. Son cuadros sobresalientes para Navarro porque, según ha dicho, reflejan que "Solana supo que en su época se sentía el arrepentimiento y el perdón de los pecados".

Y, aunque la religión en relación con la muerte y lo tenebroso tiene mucho protagonismo en la muestra, también hay espacio para la religión en relación con "la vida" o la alegría de las fiestas españolas, entonces y ahora muy relacionadas con la religión. Así, hay cuadros con los Gigantillos y Gigantones (que no ubica concretamente en Burgos, pero que son fácilmente reconocibles), iglesias de diversos puntos de España o, también, de gentes corrientes.

Más información mañana, 21 de julio, en la edición impresa de Diario de Burgos.