El paseíllo de la bota

L. Montes
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El torero burgalés Morenito de Aranda fue el encargado de lanzar la bota a las peñas desde el balcón del Teatro Principal, desde donde la procesionaron por las calles del centro hasta la Plaza Mayor

Tenía prisa Morenito de Aranda por lanzar la bota. Horas después le aguardaba faena en elColiseum, pero por la mañana, cuando el reloj aún no llegaba a las doce del mediodía, el diestro ribereño agarró el pellejo, y tras cuatro amagos, lo lanzó con todas sus fuerzas hacia las peñas, que lo esperaban como agua de mayo a los pies del Teatro Principal. Otra de las novedades que traen estos Sampedros, ya que en ediciones pasadas este acto tenía lugar en el balcón del Ayuntamiento. Los primeros en zarandearlo este año fueron los jóvenes de la peña de Los Julianitos, algunos con cara de no haber pasado mucho por casa estos días y otros que no soltaban la cerveza desde el día anterior. Tras ellos, la bota comenzó a pasar de agrupación en agrupación por algunas de las principales calles del centro: paseo de El Espolón, plaza del Rey San Fernando, La Paloma y Cardenal Segura, hasta desembocar en la Plaza Mayor.
Las charangas se mezclaron entre los peñistas, que se divertían lanzándose la bota entre unos y otros, amén del miedo de unos cuantos hosteleros y turistas que temían por las consumiciones que se estaban tomando entre plátano y plátano de sombra. Una vez frente al Ayuntamiento, el presidente de la Hermandad de Peñas, Fajas y Blusas, Miguel Santamaría, aprovechó para darles la bienvenida desde la fachada consistorial así como agradecer su colaboración y el ambiente que generan durante estos días, amén de reclamar el pellejo, que desde ese momento y hasta el fin de las fiestas permanecerá colgado del balcón -en años pasados lo hizo del Arco de Santa María-.

(Artículo completo en la edición de hoy)