La brecha de género en España en jóvenes de 15 años ha aumentado de 2003 a 2012 en matemáticas (a favor de los chicos) y en lectura (a favor de las chicas), según indicó ayer la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, durante la presentación del último informe de la OCDE en la que participó el secretario adjunto de esta organización, Stefan Kapferer.

El documento, titulado El ABC de la desigualdad de género en educación y hecho público simultáneamente en Berlín, Tokio, Washington, Londres, París y Madrid, muestra, a partir de datos de PISA de 2012, que en España las féminas aspiran a llegar más lejos y obtienen mejores resultados en lectura, 502.5 puntos, frente a los 473.8 de los varones. En ciencias, los resultados son similares entre ambos sexos: ellas obtienen 497.7 puntos y ellos 500. Pero en matemáticas, las diferencias se acentúan a favor de los chicos: 492.4 puntos frente a 476.

Desde el punto de vista temporal, el estudio indica que en España los resultados en lectura empeoraron entre 2000 y 2012, aunque de forma más significativa para ellos (que bajan siete puntos frente a dos de ellas).

En matemáticas, la brecha ha aumentado más, debido a que ellos han mejorado dos puntos en los resultados de 2012 respecto a los de 2000 y ellas han empeorado cinco, hasta producir una diferencia de 16 puntos. En las pruebas de ciencias, mejoraron de forma similar sus resultados de 2000 sin una diferencia significativa entre los resultados de chicos y chicas.  

Gomendio calificó como «lamentable» la deriva hacia una mayor brecha de género en los estudios y subrayó que esta se produce básicamente entre los estudiantes (chicos y chicas) que se sitúan en la franja de peor rendimiento de ambos grupos.

Además, recordó que esto se produce en un marco en el que los alumnos españoles obtienen resultados peores que la mayoría de los demás países.

Más evaluaciones.

La secretaria de Estado de Educación insistió en que esta evolución negativa que se ha registrado en España ha sido posible debido a que «no existía ningún tipo de control» que permitiera detectar de forma temprana los retrasos en el aprendizaje de los alumnos para actuar en consecuencia.

Por ello, defendió las evaluaciones externas de la Lomce, que empiezan a implantarse desde este curso en tecero de Primaria y lo harán en otros niveles en los cursos superiores, como una «herramienta eficaz» para identificar los problemas y tomar las medidas necesarias para solventarlos.

Además, aseguró que el programa de becas para que egresados universitarios con buen expediente académico realicen apoyo escolar en colegios contribuirá a mejorar el rendimiento de los alumnos con «dificultades especiales» en el aprendizaje y, así, reducir además la brecha de género.

Gomendio rechazó tomar medidas concretas para combatir la diferencia de rendimiento entre los géneros en las escuelas porque, según aseguró, la reducción de esta brecha pasa por «mejorar el rendimiento de todos los alumnos», independientemente de si son chicos o chicas, y de otros factores como el origen familiar o la situación socioeconómica.

«Los datos muestran que cuando los alumnos tienen un buen rendimiento no hay diferencia de género. Los países que obtienen mejores calificaciones en PISA son también los que menor diferencia tienen», indicó la popular.

En todo caso, tanto Gomendio como Kapferer subrayaron que, por un lado «no están claras» las causas de la brecha de género en España, pero que, en todo caso «toda la sociedad es responsable de ello y no solo el Gobierno».