Trabajar para vivir, pero con menos

B.G.R. / Burgos
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El ecologista Florent Marcellesi aboga por una jornada laboral de 21 horas en aras a la justicial social y la economía sostenible

El investigador francés ofreció ayer una conferencia invitado por Promoción Solidaria. - Foto: DB/Luis López Araico

En un momento en que 5,6 millones de personas están en paro y otros se ven obligados a alargar su jornada laboral, surgen voces que recuperan aquel viejo anhelo del movimiento obrero de repartir el trabajo. Para Florent Marcellesi es algo más que una antigua teoría; es una necesidad que reivindica en base a la justicia social y a una economía sostenible, pero que debe ir acompañada de un cambio cultural y de un gran debate nacional sobre lo que se entiende hoy en día por trabajo y riqueza.

«Vivir para trabajar, trabajar para ganar dinero y tener dinero para consumir es un círculo vicioso que resulta una imposibilidad social y ecológica», defiende el coordinador de la organizaciónEcopolítica, para quien es primordial que se apueste por el concepto de «trabajar para vivir, pero con menos». Primero, agrega, por acabar con la diferencia entre quienes tienen exceso de trabajo y necesidad de ello para poder integrarse en la sociedad. Y segundo «porque si todos trabajáramos a tiempo completo se superarían los límites del planeta». 

«Trabajando menos se puede vivir mucho mejor porque se tiene más tiempo para el ocio, para cuidarse a uno mismo y para ocuparse de los demás; en definitiva, para ser ciudadanos activos y democráticos», asegura este francés afincado en el País Vasco, al tiempo que señala que ganar dinero tiene un «tope a partir del cual ya no se es más feliz».

En su planteamiento reivindica la jornada laboral de 21 horas, si bien reconoce que se trata de una propuesta «provocativa y simbólica» en referencia al siglo en el que vivimos. Marcellesi habla de una petición a largo plazo que llevaría consigo una reducción progresiva de la jornada, de 40 a 35 horas, de 35 a 32, de 32 a 28 y de 28 a 21, sujeta a una «negociación permanente».

No son minijobs

En un primer momento, este investigador reconoce que la idea puede parecerse a los famosos ‘minojobs’ de Alemania, pero en seguida puntualiza: «No se trata de reducir horarios quitando derechos a los trabajadores». Asegura que su propuesta ha sido bien recibida por parte de los sindicatos, al ser «una de sus reivindicaciones históricas», y de buena parte de los partidos políticos de izquierdas, que ven una alternativa para «responder a los retos sociales y ecológicos». No obstante, admite que «no está en la agenda del PP» y que el mundo empresarial se «resiste» a ponerla en práctica ya que supondría un «cambio del paradigma económico».

En los últimos meses, Marcellesi ha dado a conocer en distintas ciudades este pensamiento. Como ayer lo hizo en el centro cívico de San Agustín invitado por la asociación Promoción Solidaria dentro de su campaña por la dignidad en el trabajo.