«Si quieres enemigos, intenta cambiar algo; a esto se enfrenta el Papa»

A. Pérez / Burgos
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Joaquín Barrero SJ • Sacerdote jesuita

Lleva en la Orden de los Jesuitas desde los 18 años. Ahora es consejero general en el Gobierno de la Compañía y asistente regional para el sur de Europa, por lo que vive entre Roma, España, Portugal, Albania y Malta y gestiona la comunicación de la Orden en estos países con el Padre General.

Tras ocho años pasando gran parte del tiempo en Roma conoce de cerca las reformas que el Papa Francisco está intentando llevar a cabo en la Iglesia y en el propio Vaticano. Ayer y hoy, Joaquín Barrero SJ está analizando en Burgos los retos a los que se enfrenta el Pontífice.

¿Cuáles son sus funciones como asistente regional en Europa meridional de los Jesuitas?

Conocer a las personas, las obras y las instituciones que los Jesuitas tienen en estos países. Mantener su comunicación con la curia general, gestionar la correspondencia, la documentación a tramitar o los permisos que haya que pedir. Los asistentes regionales nos encargamos de la gestión, el trato personal y la correspondencia dirigidas al Padre General.

Uno de los retos a los que se enfrenta el Papa Francisco es acercar la Iglesia a los jóvenes ¿Cómo percibe, en estos países europeos que más conoce, esta relación?

La relación de los jóvenes con la Iglesia es muy distinta según las diferentes partes del mundo. En la zona de nuestra ‘vieja Europa’ es una relación muy escasa, casi de ignorancia. Más que una cuestión de ateísmo se trata de indiferencia muy grande hacia la iglesia, separación y distancia. En cambio, en otras zonas como Asia, África o América Latina, por los ecos que recibió en Roma, la relación es más profunda.

¿Qué reformas ve necesarias para la relación de la Iglesia con los jóvenes sea más profunda?

El Papa Francisco está intentando transmitir un mensaje de una Iglesia más abierta y acogedora, que no solo tiene palabra de condena sino que acompaña a las vidas. Una iglesia que sabe discernir las circunstancias de cada persona y no contesta con una verdad dogmática y última. El Papa Francisco transmite un mensaje que gusta a los jóvenes, les dice «que no os roben la esperanza» y es que la sociedad se construye a base de esperanza.

¿Cuáles son las principales reformas que quiere instaurar el Papa Francisco?

El sueño del Papa es una Iglesia que acoge a todos, que es capaz de salir y arriesgar. Él dice «prefiero una Iglesia que arriesga aunque se manche antes que una Iglesia estática». Sobre todo, su gran obsesión es la Iglesia de los pobres. Francisco cuenta como en la votación del Cónclave, cuando llegaban al voto que le daba el Pontificado, un cardenal le dijo: «no te olvides de los pobres». La gran prioridad del Evangelio son los pobres y él así lo predica, no solo con palabras sino con gestos y actitudes.

Es también relevante y de calado la reforma del banco del Vaticano que quiere realizar que, además, ha puesto de manifiesto que existe malestar dentro del Vaticano por ello. Si estas reformas parecen positivas ¿por qué se han lanzado tantas críticas, tanto desde dentro como desde fuera de la Iglesia, al Papa Francisco?

Francisco es un Papa popular y también discutido dentro, fuera de la Iglesia e, incluso, desde dentro del propio Vaticano. Si quieres crearte enemigos, intenta cambiar algo. Quiere cambiar, de manera decidida, estructuras que llevan consolidadas desde hace siglos, lo que supone resistencias. Quizá estas resistencias nacen de intereses desordenados de las personas pero también pueden surgir resistencias naturales, no hay que escandalizarse. Hay gente que puede tener sus propios intereses dentro de la Iglesia, personas que han encontrado una forma o estatus de vida no evangélica y no se sienten contentos con las reformas. Todos los Papas han tenido resistencias pero Francisco las está teniendo muy fuertes, aún así él está decidido.

¿Desde dentro del Vaticano se tomarán medidas contra esas personas que tienen intereses no evangélicos? Como se ha hecho denunciando a los periodistas y personas que hicieron las filtraciones conocidas como Vatileaks.

Ahora están en la parte de investigación del juicio, todavía no se sabe mucho pero creo que se tomarán medidas, desde luego. El Papa podrá luego aplicar la misericordia o indultos pero sí, se tomarán medidas.

Tras estos escándalos ¿cómo se mejora la imagen de la Iglesia?

Las filtraciones denuncian una situación económica que no es transparente pero son situaciones que se conocían, lo que pasa que ahora constan en documentos. La figura del Papa Francisco no queda comprometida, ya dijo en el Vaticano: «es lamentable el escándalo que os han causado algunos de aquí dentro pero la verdad tiene que ir a delante y no me pararán». En el Vaticano, por ejemplo, hay una institución que es el ‘limosnero’ del Papa y la semana pasada me indicaban que estas donaciones no han bajado porque la gente tiene confianza en el Papa y saben que este dinero irá directo a los pobres.

¿Llegará a instaurar todas estas reformas pese a los retos?

Al menos lo está intentando pero un líder solo no puede. Lo que tiene que hacer es crearse un equipo para que continúe con su labor y esto es lo que está haciendo con los nombramientos que está realizando. Nombra a personas que coinciden con su visión de la Iglesia. Se va creando su equipo de confianza y ellos serán los que continúen con esta tarea.