Militantes de Vox denunciaron en la Comisaría delCuerpo Nacional de Policía haber sido víctimas de un delito de odio ayer por la mañana en el barrio del G-3, donde habían instalado una mesa informativa.En un comunicado, el presidente del partido en Burgos, Ángel Martín, señala a individuos de la extrema izquierda como sospechosos y reclama su «derecho democrático de participación en la vida política y social española».

Según su relato, fueron increpados, insultados y amenazados por varios sujetos con gritos de ‘fascistas’ y ‘racistas de mierda’.Posteriormente, se encontraron con que el vehículo en el que se habían desplazado presentaba varios rayones que habían sido realizados de forma intencionada en uno de los laterales.

Consideran los denunciantes que los daños tienen «carácter sectario» y están claramente ligados a su ideología política, con un sesgo concreto de odio, como así lo indican los dos símbolos que los vándalos han ‘dibujado’ en la carrocería: la hoz y el martillo comunistas en la puerta del conductor y la esvástica tachada en un círculo, «símbolos que utilizan los denominados los movimientos de extrema izquierda radical y violenta», añaden desde Vox.

Los militantes se habían desplazado en su vehículo particular al G-3 para instalar una mesa informativa en la confluencia de las calles Condesa Mencía yDuque de Frías.Mientras repartían folletos informativos fueron «agredidos verbalmente» por varios individuos. Eso no les impidió finalizar su labor y, tras guardar los enseres en el coche, dirigirse a un bar cercano para tomar un café.Creen que los sospechosos les vieron y aprovecharon ese intervalo de tiempo para causar los daños en la carrocería.