Inician la limpieza del altar celta de Gete en busca de posible grabados

Belén Antón / Gete
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Un grupo de alumnos y voluntarios dirigido por Ignacio Ruiz Vélez trabaja en la zona, donde ya han hallado cerámicas y estructuras

Tras visitarlo hace unos meses, el arqueólogo y miembro de la Academia Fernán González Ignacio Ruiz Vélez aseguró que una peña próxima a la localidad de Gete, perteneciente al municipio de Pinilla de los Barruecos, era en realidad un altar celta rupestre. Su afirmación viene motivada por una serie de elementos característicos que ha observado en este lugar, ya que la roca presenta escaleras en una de sus vertientes y un lóculo o cubeta en su parte más alta, que es donde el pueblo celta practicaba sus ritos sagrados. Todo esto sitúa su origen hacia finales de la época de la Edad de Bronce, entre el 1.200 y el 750 antes de Cristo.

Para tratar de obtener más información de este importante hallazgo y ponerlo en contexto, Ignacio Ruiz, a través de la UNED y con la colaboración de alumnos, vecinos voluntarios de Gete y de Pinilla y el Ayuntamiento del municipio, inició ayer una campaña de limpieza sobre la roca, que consiste en la retirada de árboles de su alrededor y de musgos, hojas y tierra sobre la propia roca. Uno de los objetivos de la campaña es poder encontrar algún tipo de grabado.

Durante esta primera jornada de trabajo el grupo de voluntarios halló algún elemento que invita a valorar un uso posterior medieval de este lugar, calificado de mágico por el arqueólogo. «Hemos encontrado cerámicas vidriadas que pueden tener un origen árabe y también tejas, lo que nos invita a pensar en una posible ocupación medieval de la roca», afirmó.

Aunque son cuestiones que necesitan de un análisis posterior, durante el día de ayer también aparecieron en la parte alta, junto al lóculo, diferentes tipos de estructuras marcadas en la roca donde parece que ha podido haber remodelación humana. «Echando mucha imaginación, podemos pensar que el altar celta pasó a ser una ermita con diferentes ábsides», valoró. Igualmente, también se ha encontrado un montículo de arcilla, que sugiere la posibilidad de que hubiera alguna construcción de adobe.

Lugar sagrado

Los celtas practicaban una religión ritual, al aire libre y el espacio de culto era el témenos, un claro en el bosque, en la cima de una montaña y rodeado de agua o de cuevas. Estas premisas las cumple este altar celta de Gete, al que asistían en peregrinación aquellos habitantes, como en las actuales romerías, para pedir la ayuda del Dios, buscar protección o dar las gracias.

Existen distintos tipos de santuarios según el lugar donde se ubicaban. Había de tipo doméstico, los que estaban dentro de una casa; urbano, en una ciudad y de uso colectivo; gentilicio, cuando correspondían a una tribu; o de frontera, que se encontraban en el límite entre dos o más tribus. Parece que el santuario de Gete pertenece a esta última tipología, por estar situado entre vacceos, pelendones y turmódigos.

El hallazgo ha levantado mucha expectación entre los vecinos de Gete y de Pinilla, por eso, esta tarde, a partir de las 19 horas, el arqueólogo ofrecerá en el salón del Ayuntamiento de Pinilla de los Barruecos una charla informativa sobre qué es este altar celta, su uso, y lo que han ido descubriendo en él.

Este santuario es uno de los primeros hallados en Burgos y tras esta primera fase de trabajo, se realizaran otras posteriores para seguir obteniendo información. María Victoria Palacios, natural de Gete, fue la que invitó a Ignacio Ruiz a visitar este lugar.