Los atletas del exilio

Román Romero / Burgos
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Se van pero se quedan. Un total de 30 atletas burgaleses militan actualmente en clubes de otras provincias, pero la mayoría siguen entrenando en Burgos

Lidia Campo Sastre, C.A. Valladolid. - Foto: Luis López Araico

Treinta atletas burgaleses -según datos de la Real Federación Española de Atletismo- militan a día de hoy en clubes pertenecientes a otras provincias. En su mayoría, salvo contadas excepciones, empezaron a practicar el atletismo en equipos de Burgos, Aranda, Miranda, Briviesca, Medina de Pomar o el Valle de Mena -principales localidades que actualmente cuentan con clubes federados-, pero posteriormente, y por diversos motivos, decidieron cambiar de aires y fichar por otros clubes.

Loable en el caso de los que han recibido ofertas de equipos de una categoría superior y encima se les ha brindado la posibilidad de entrenar en otros lugares y rodeados de atletas de élite. Los últimos ejemplos, Daniel Arce (New Balance) y Álvaro Gutiérrez (Simply Scorpio), que han abandonado el UBU Caja de Burgos para entrenar en León junto a figuras con Roberto Alaiz o Sebastián Martos.

Entendible también en el caso de los que por motivo de estudios o trabajo tienen que cambiar su residencia a otras provincias, aunque no son pocos los casos también de quiénes viven esta situación pero siguen compitiendo con sus clubes de Burgos.

Quizá menos explicable -y son mayoría- en el caso de los atletas que aceptan fichar por un club de otra provincia, pero siguen realizando sus entrenamientos en tierras burgalesas y bajo la tutela de de sus mismos entrenadores de siempre. Eso sí, llegada la competición se enfundan otra camiseta y, si llega el caso, intentarán batir a atletas de su club de origen con los que incluso comparten técnico.

Son 30 atletas -podrían ser muchos más- y lo que parece claro es que si todos ellos compitieran bajo una misma bandera, un hipotético Club Atletismo Ciudad de Burgos, por ejemplo, a buen seguro que nuestra provincia podría tener un equipo en la División de Honor de Clubes y surtido casi en su totalidad por atletas de casa.

¿Cómo evitar su marcha? La solución no parece fácil a tenor de la opinión de tres dirigentes de otros tantos clubes burgaleses.

Según Benjamín Álvarez Furones, presidente del UBU Caja de Burgos que en parte entona el ‘mea culpa’, «cuando viene un club de fuera y hace una oferta económica superior es muy difícil poder retener a un atleta».

Mientras, José Puras, presidente del CD Florentino Díaz Reig, argumenta que «a los atletas les cuesta mucho cambiar de su club a otro de Burgos, y por eso acaban aceptando la primera oferta que les llega de un club de fuera».

Finalmente, María García, del Cajacírculo Capiscol, asegura que «la gran mayoría de los atletas que se van lo hacen porque están decepcionados con sus propios clubes. Luego, muchos vuelven».