Fotos que esconden cuadros

I.L.H. / Burgos
-

La cámara de Rodrigo Macho (Burgos, 1978) descubre los paisajes artísticos que oculta la arquitectura de las ciudades • Contrastes cromáticos y líneas minimalistas conforman una obra que ofrece otra visión de nuestro entorno

El fotógrafo cuelga su obra en La Casa de las Musas. - Foto: DB/Luis López Araico

La esquina de un edificio entre el sol y la penumbra, un rincón de ventana, los reflejos en los cristales, el larguero y uno de los palos de una red de fútbol, un puente abierto al cielo en medio de una zona industrial, el letrero de una galería de arte... Los rincones en los que fija la mirada la cámara de Rodrigo Macho (Burgos, 1978) están a la vista de todos, aunque casi nadie los veamos. El fotógrafo burgalés descubre  los paisajes artísticos que oculta la arquitectura moderna y los convierte en «pintura» cromática, minimalista y abstracta.

Una selección de esas fotos que esconden cuadros se muestran durante todo el mes en la cafetería y tienda de antigüedades La Casa de las Musas (en la calle Martínez del Campo, número 22). En las paredes del establecimiento, junto a pianos y candelabros que evocan otros tiempos, cuelgan doce imágenes de colores saturados que atraen irremediablemente la mirada del espectador. La fuerza de las líneas puras, las texturas de sus contrastes y la potencia de las tonalidades hace que los ojos se interroguen sobre lo que están viendo, se olviden del elemento captado y lo observen de nuevo como si fuera una pintura.

«Estamos constantemente rodeados de arquitectura; la vida se nos muestra imposible sin ella. Pero si nos fijamos un poco más y lo aislamos de su entorno podemos encontrar verdaderos paisajes. Porque, como dijo Henry David Thoreau, ‘lo importante no es lo que miras, sino lo que ves’, sugiere el propio artista.

Formas, líneas y colores

En ese sentido, el fotógrafo de prensa (ha trabajado en Diario de Burgos y en La Tribuna de Talavera entre los años 2003 y 2009) fija su vena artística dejándose llevar «primero por las formas y luego por los colores». Paseando por las calles de ciudades como París, Marrakech, Barcelona, Johannesburgo, Talavera o Burgos ha encontrado los rincones que se ajustan a su estilo a base de juegos con la luz y con la sombra. «El cielo también es importante como contraste en aquellos edificios monocromos», añade.

Para conseguir el color saturado que impregna la muestra Naturaleza urbana, Macho utiliza un filtro polarizador. La cámara, sin embargo, varía: «No es imprescindible contar con una buena cámara. Las fotos de esta exposición están hechas con varios tipos, desde cámaras compactas hasta profesionales. La cámara ayuda, por supuesto, pero lo fundamental es mirar», asegura este fotógrafo que suma casi 15 años de experiencia.

De lo que no se separa, por contra, es del teleobjetivo, una herramienta que le facilita acercarse a los rincones seleccionados y aislarlos hasta convertirlos en nuevos paisajes. «Siempre me ha gustado descontextualizar las cosas, quedarme con el concepto en sí para poder redescubrir su naturaleza», apunta.

Después de varias exposiciones en Toledo y Burgos, Rodrigo Macho muestra su obra más reciente en uno de los nuevos establecimientos de la ciudad (en horario ininterrumpido de las 9 de la mañana hasta el cierre).