Cincuenta minutos de trabajo con el equipo han servido para que Roger Vilanova recupere la sonrisa. El base del San Pablo Inmobiliaria ha vuelto a entrenar con el grupo y confía en poder ayudar al equipo el viernes en Melilla. 

Recibió un fuerte golpe en el duelo frente al Planasa Navarra hace tres semanas en El Plantío. Tenía dolores en el tobillo -se produjo un esguince- pero decidió forzar en Lleida y se resintió, al igual que Rafa Huertas. El base ha conseguido una recuperación más rápida y ayer trabajó a las órdenes de Diego Epifanio. «Los primeros minutos estaba un poco dolorido pero bien. He estado cogiendo sensaciones después de llevar dos semanas sin tocar balón. Lo echaba en falta. Pienso que la evolución es buena y aunque no esté al 100% sí podré ayudar al equipo el viernes en el choque con Melilla», comenta esperanzado Roger Vilanova.

El jugador es consciente de la enorme dificultad que tiene el San Pablo Inmobiliaria en Melilla. «Es un equipo hecho para estar arriba o para subir. Estaban con confianza pero el traspié de la Copa Princesa y puede que eso les motive aún más frente a nosotros. No sé cómo reaccionarán con la derrota en Palencia pero seguro que buscarán la victoria para meter presión al líder en la liga regular», reflexiona.

Roger Vilanova está contento por haber superado no solo su lesión sino también «el handicap de no poder trabajar cinco contra cinco durante la semana. Llevamos mucho tiempo con bajas y ausencias. Hoy -por ayer- hemos entrenado bien y eso nos ayudará para jugar un buen partido en Melilla. Espero que podamos hacerlo como ante Palencia, donde llegamos al final con opciones. Debemos mantener ese ritmo y saber romper la racha negativa, que llevamos de dos derrotas consecutivas -Lleida y Palencia-».

La única ausencia en el primer entrenamiento semanal ha sido la de Rafa Huertas, que está siendo infiltrado para recuperarse de la pubalgia, que sufre.