Cinco millones de niños viven como esclavos en el mundo

AGENCIAS
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La Organización Internacional del Trabajo pone de manifiesto que más de una cuarta parte de las personas que son víctimas de la explotación laboral en el planeta son menores de edad

Cinco millones de niños viven como esclavos en el mundo - Foto: REUTERS Akhtar Soomro

 
Unos cinco millones de niños se encuentran en condiciones de esclavitud en todo el mundo, según desveló el director de la delegación española de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Joaquín Nieto.
Así, con motivo del Día Internacional contra la Esclavitud Infantil, celebrado ayer, Nieto destacó que «cerca de 21 millones de personas son víctimas de explotación laboral en el planeta, de las cuales, más de una cuarta parte son menores».
Todos ellos implican unos beneficios anuales para sus explotadores de 30.000 millones de euros aproximadamente, agregó.
Asimismo, a su juicio, resulta «increíble que 150 años después de la abolición de la esclavitud en EEUU, todavía estemos así».
El director de la OIT española subrayó, además, que la explotación laboral se extiende por todo el mundo y que tres de cada 1.000 habitantes son víctimas de este fenómeno.
No obstante, las tasas más altas del problema se registran en Asia Central y en Europa del Este, con 4,2 personas afectadas por cada mil, mientras que los países occidentales se sitúan en el 1,5 por mil.
El 90 por ciento de los esclavos del siglo XXI lo son debido a causas económicas y, fundamentalmente, se encuentran localizados en talleres clandestinos, en la prostitución, en la mendicidad, en el servicio doméstico y en labores de alto riesgo. Asimismo, en el caso de los niños, la mendicidad forzosa y el trabajo en locales ilegales son las situaciones más comunes entre los explotados.
Con todo, Nieto quiso poner el acento en que, junto a los cinco millones de pequeños esclavos que hay en el planeta, unos 168 millones de menores de 18 años son también víctimas de la explotación laboral en la actualidad. 
De ellos, 85 millones son obligados a emplearse en las peores faenas, en trabajos peligrosos para la salud, en condiciones de esclavitud y con jornadas de más de 40 horas semanales.
Sin embargo, prosiguió, «hay motivos para la esperanza» puesto que en los 10 últimos años se ha conseguido reducir esta cifra en un 50 por ciento, y hasta en un 60 por ciento en el caso de las niñas. «No se trata, por tanto, de una maldición bíblica, sino que podemos luchar contra ella», sentenció.
Para ello, la OIT trabaja con los Gobiernos a fin de que incluyan la explotación laboral infantil como un delito penal; fomentar la escolarización de los niños, y promover la sensibilización entre las sociedades de los países en desarrollo, con el objetivo de que no consientan estas situaciones.